Asevera que falta más personal y logística para aplicar el plan cuadrante y que no habrá poblaciones ‘prohibidas’ para la Policía

El Deber logo
8 de febrero de 2018, 4:00 AM
8 de febrero de 2018, 4:00 AM

Es cristiano hace 10 años y apasionado por el fútbol. Busca cambiar el ‘chip’ de los policías para una mejor interacción con los vecinos. Se considera un policía operativo, no ‘de oficina’ y asegura que si se presentan otros casos ‘fuertes’ similares a Brinks o Eurochronos los afrontará porque no tiene miedo a los retos, ni a los hombres, solo a Dios. 


¿Cuál es el reto en la lucha contra el delito en Santa Cruz?
Soy cruceño, nací, me voy a quedar y voy a morir aquí, por eso quiero dejar una línea basada en la interacción con el vecino para combatir el delito. Ya he dado una pauta a los jefes y han empezado a bajar esa línea a la tropa. Es así que los nuevos comandantes de las Estaciones Policiales Integrales ya se han reunido para coordinar con los vecinos y han realizado operativos contra pandillas, que es uno de los principales flagelos.  


¿Además de los operativos, a dónde se debe apuntar en el tema de las pandillas?
Nosotros hacemos nuestra parte, pero la principal responsabilidad está en los padres. Algunos han perdido el control e incluso nos han dicho que sienten temor por sus hijos, eso es lo más penoso porque se refieren a chicos de 13 o 14 años.  Siempre he dicho que los vecinos son los ojos y oídos de la Policía, sobre todo en esta problemática, porque ellos conocen a los cabecillas de los pandilleros, dónde viven y quiénes son sus padres. Por eso buscamos un acercamiento para coordinar patrullajes y de manera reservada también donde venden droga. 


También debe haber coordinación con otras instituciones para combatir a las pandillas, así como para atender el tema de los adictos. 


¿Qué se hará para mejorar el relacionamiento de los policías con los ciudadanos?
He instruido a los comandantes de las EPI que se aplique el principio filosófico de Policía comunitario, en la que es fundamental la interacción con los vecinos. El mal relacionamiento se da no porque se trate de malos policías, sino por la formación rígida que recibimos que hace que algunos sean un poco toscos. 


Quizás costará un poco pero vamos a hacer cursillos y seminarios de relaciones públicas  y normas de trato social.


 ¿Es factible aplicar el plan cuadrante en Santa Cruz?
Ese plan tiene el principio filosófico comunitario que ha tenido muy buenos resultados en Colombia, pero nosotros no tenemos capacidad logística para aplicarlo, nos faltan vehículos,  personal humano y equipos de comunicación. Tratamos de dotar mayor porcentaje de estos recursos en las zonas con mayores flagelos que son las ciudadelas, sin descuidar el resto de la ciudad. Tratamos de suplir las falencias con nuestro trabajo “casero”, es decir, con ayuda de vecinos. Esperamos que las autoridades nos entreguen los insumos para aplicar este principio filosófico.   


Su antecesor dijo que Santa Cruz precisa el doble de los 5.000 policías que tiene. 


Son necesarios más de 10 mil  policías, por la extensión territorial y el crecimiento de Santa Cruz. Hay poblaciones que tienen tres policías. Ojalá que este año tengamos más vehículos y personal para cubrir las demandas de la ciudadanía. 


¿La Policía no tiene entrada en Camiri y Yapacaní?
En Brasil, donde tienen una de las mejores policías de la región, hay favelas donde no pueden ingresar, lo mismo en ciertos lugares de Santa Cruz, es lamentable decir esto. Sin embargo, somos la presencia del Estado y cuando se dan casos y la Policía provincial no pueda entrar, iremos desde la capital a apoyarlos porque estamos en un estado de derecho y no pueden existir lugares ‘prohibidos’ para la Policía. 


Usted instó a su tropa a denunciar a los malos policías


No soy un cazador de brujas pero creo que un mal funcionario debe ser sometido a proceso interno o penal si es preciso; no podemos socaparlos; no pongo las manos al fuego por nadie, porque a alguien que desprestigie a la institución no podemos taparlo, se lo debe procesar. 


 ¿Cómo van los cambios de directores de unidades?
Ya hay algunos designados pero falta otros comandantes y subcomandantes de las EPI y de otras unidades como Interpol o el Batallón de Seguridad. Falta una orden de régimen disciplinario para poder definir con qué gente vamos a trabajar. Lo importante es que el comandante general me ha dado la potestad de hacer los cambios en las EPI, que son mi brazo operativo en los que voy a inculcar el pensamiento de mejor interrelación con los vecinos.