El Searpi construyó 250 km de canales en el Piraí y 1.300 km de defensivos en las cinco principales cuencas hidrográficas del departamento. Los municipios dañados por las lluvias tardan en reunir documentos para ser declarados en desastre

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18 de enero de 2019, 5:00 AM
18 de enero de 2019, 5:00 AM

Una alerta meteorológica roja ha dado el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) por posibles desbordes de siete ríos en Cochabamba y Beni, mientras que en Santa Cruz están previstas lluvias moderadas con viento de sur para hoy, a partir del mediodía, siendo más intensas en las provincias Ichilo, Guarayos, Ñuflo de Chávez y Velasco, las cuales pueden provocar rebalses de otros afluentes.

Sin embargo, para tranquilizar a los habitantes de las cuencas de los ríos más caudalosos del departamento, el gobernador Rubén Costas, acompañado del secretario de Seguridad Ciudadana, Enrique Bruno, y del director del Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del Río Piraí (Searpi), Luis Ernesto Aguilera, sobrevolaron especialmente el Piraí y el Río Grande, donde constataron pequeños daños en defensivos, los cuales no incidirán en la temporada lluviosa porque también está en construcción la quinta fase entre las comunidades de Guineal, Limoncito y 19 de Agosto.

La primera autoridad del departamento resaltó la construcción de los defensivos y canales que se intensificó luego de 2006 y 2007, cuando se registraron fuertes temporadas lluviosas que derivaron en la pérdida de 250.000 hectáreas de cultivos, en especial en el Norte Integrado.

“Hemos visitado los puntos neurálgicos, especialmente entre San Pedro, Minero y Aguaí, donde antes el Piraí se desbordaba afectando los campos cultivados, por ello se han construido 250 kilómetros de canales que están funcionando adecuadamente. Asimismo, son 1.300 kilómetros de defensivos hechos en las cinco cuencas los que dan seguridad alimentaria y seguridad ciudadana”, manifestó Costas.

Récord

En la última lluvia el río Ichilo sobrepasó su marca histórica registrada en 2015, que fue de 13,30 metros, estableciendo un nuevo récord de 14,40 metros, perjudicando comunidades y cultivos de Puerto Grether y del curso inferior, cuyos campos aún están anegados.

“En las nacientes de los ríos Surutú, Ichilo y Yapacaní llovió 100 litros por metro cuadrado, saturando el suelo, por ello se dieron los desbordes”, explicó Aguilera, del Searpi.

Afectados

En lo que respecta a los municipios que también fueron afectados por las riadas, en especial Lagunillas, Cuevo y La Guardia, Enrique Bruno refirió que aunque han aprobado sus leyes municipales de desastre, aún no terminaron de enviar los requisitos para dar la ayuda que les corresponde, pero para paliar a los vecinos se mandó vituallas.

En Lagunillas quedaron 26 comunidades con 1.097 familias afectadas, 24 viviendas destruidas y 3.149 hectáreas de cultivos dañados, de ellas 1.502 hectáreas que se perdieron, y 707 animales muertos.

Cuevo registró 18 comunidades con 713 familias afectadas, 10 viviendas dañadas, y de 797 hectáreas de cultivos dañadas, 524 se perdieron. Además, 1.255 animales, entre ovejas, cerdos, vacunos y aves de corral, murieron.

Están en proceso de declaratoria de desastre Pampagrande y Yapacaní; y tienen problemas Okinawa, El Torno, Postrervalle y Santa Rosa, con vías intransitables, pero aún no iniciaron la declaratoria de emergencia.

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