El hecho sucedió en julio del año pasado, a 70 km al norte de Montero, pero cobró notoriedad con la detención de los autores los últimos días de 2018, pese a la oposición de grupos de comunarios y familiares. La víctima recibe ayuda sicológica

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12 de enero de 2019, 21:39 PM
12 de enero de 2019, 21:39 PM

Cuando el foco noticioso en Santa Cruz está puesto en la violación de una joven, de 18 años, en un motel, ocurrida el 14 de diciembre, llamó la atención otro caso de violación grupal en la localidad San José del Norte. El hecho se suscitó hace meses, pero cobró notoriedad por la detención de los responsables los últimos días del año pasado.

San José del Norte es una localidad cuya zona urbana tiene 20 manzanos y está a 70 kilómetros al norte de Montero. Allí, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia atiende entre uno y dos casos por semana de distintos abusos a menores de edad, la mayoría de violencia física y ocasionalmente también de tipo sexual. Sin embargo, el 20 de agosto se recibió la denuncia de la madre de una adolescente, de 17 años, que había sido vejada sexualmente por cuatro muchachos que, además, filmaron la agresión.

La víctima, que en la grabación aparece inconsciente, se enteró recién cuando uno de sus agresores, Miguel Ángel Pérez, tuvo el atrevimiento de enviarle el video vía WhatsApp. La joven, por vergüenza, calló, pero su madre, al ver las imágenes, decidió denunciar y tuvo que luchar incluso contra algunos miembros de la comunidad para hacer justicia (al menos momentáneamente) hasta lograr la detención de los implicados por parte de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) de Montero, a la cabeza de Cristian Sanjinez.

La detención de los responsables, señaló Magdalena Sánchez, de la Defensoría de la Niñez del municipio de San Pedro, al que pertenece la localidad de San José del Norte, se vio dificultada y truncada constantemente por la protección de sus familiares, que aseveraban que eran inocentes, pese a los videos que probaban lo contrario.

Además, la madre de la víctima señaló que en el inicio de su búsqueda de justicia acudió al corregidor de San José del Norte y allí, en lugar de recibir ayuda, fue reprendida: “¡Por qué no controlas a tu hija!”.

Pese a eso, la mujer siguió buscando justicia por su hija, la cual actualmente recibe terapia sicológica para contener las secuelas de la violación, así como de la difusión de las imágenes del delito.

El hecho, en una cancha

La noche del 22 de julio, la víctima, que trabajaba como ayudante en un puesto de comida, pidió permiso a su madre para salir con su prima y un amigo. Debía retornar a las 21:00. Fueron a la plaza del pueblo y luego a una cancha, donde había un grupo de amigos de las muchachas que consumían bebidas alcohólicas. El amigo con el que salieron las llevó de nuevo a la plaza y se fue a su casa, pero las muchachas retornaron a la cancha. La prima se retiró del lugar a la medianoche y la víctima se quedó. Se presume que le dieron algún somnífero, según las investigaciones a cargo de la fiscal Silvia Saavedra.

A las 3:00 de la madrugada, luego de que su madre la estuvo buscando por el pueblo, dos de los abusadores dejaron a la víctima en su casa en estado inconsciente. “Yo los correteé pero no los pude alcanzar, porque mi hija estaba llena de tierra y pasto, además que tenía marcas en el cuello”, señala la madre, que se sobrepuso a las presiones de los comunarios y a la desidia del corregidor para buscar justicia.