Alimentando corazones: madre y sus tres hijas cocinan gratis para los padres de niños con dengue afuera del Hospital de Niños

'Niña' Paz estaba lista para descansar al final de su jornada diaria. Tenía la televisión prendida y las noticias rompían el alma. Padres y madres de familia sentados en la acera, al pendiente de que la puerta del Hospital de Niños se abriera y salga una enfermera con una nueva receta en la mano. "Esas pobres personas no pueden moverse para cambiarse de ropa, ni para comer", pensó, e inmediatamente se levantó de la cama, "¿cómo no voy a hacer algo por ellos?" Ese mismo rato preparó sándwiches con queso y picadillo, y se fue a darles de comer.

Padres y madres de familia pasan horas fuera del hospital, sin comer ni descansar / Fotos: Jorge Gutiérrez


"Se hizo una cola que daba la vuelta a la esquina, yo dije que sea lo que Dios quiera, lo repartí  y se acabó", relata. Se quedó en su mente la jovencita que luego de haber comido le pidió que le regalara un poquito más. "Yo le dije: niña, ya se acabó todo, no me queda más, pero ella insistió: '¿La puedo raspar la olla?' Ráspela, le respondí, y con mi cuchara juntó las sobras y se las comió en parada. Me pesó que ese día no llevé refresco", cuenta con esa sinceridad tan típica del cruceño, solidario y dispuesto a dar lo que tiene. 

"Esa gente viene de los barrios y está sin comer", resalta, tratando de explicar que así nació la idea. Ella y sus tres hijas se ponen manos a la obra. La señora 'Niña', Matilde, Gabriela y María Laura procuran tener una comida lista por lo menos día por medio. No aceptan dinero, solo insumos para prepar comida. 

Si quire donar para la siguiente cena puede llamar al 70850504, es el teléfono de Matilde.

Otra iniciativa para juntar donaciones de medicamentos

Y no conforme con este noble gesto, su hija Gabriela, que es rotaria y parte del grupo solidario Abrigando Corazones (recolectan abrigo en invierno para las personas en situación de calle hace 7 años), pide donaciones a sus amigos para comprar lo más urgente. Hace unos días entregaron colchones inflables, pañales, leche, mosquiteros, repelentes, barbijos y paracetamol endovenoso, entre otras cosas.

Las personas que los conocen en el medio ayudan, incluso les depositan dinero, se recibe desde Bs 1. Ahora mismo tienen Bs 1.200, los están juntando para una segunda entrega de medicamentos. Se necesita mucho paracetamol endovenoso y los porta-sueros. Cualquier aporte voluntario es bienvenido, hay una cuenta habilitada en el banco Bisa, a nombre de María Renee Perrogón, con el número 5538054030, CI 4672366 Sc.

También se puede llamar a Andrea Landívar (76376374) y a Paola Peña (75055505).

Manos a la obra

A eso de las 19:00 llegan las mujeres Paz (madre e hijas, hasta la abuela Hortencia mete su cuchara) e inmediatamente se forma la cola. Al principio eran como 40 bocas para dar de comer, pero últimamente la gente sigue saliendo del interior del hospital, anoticiados de que llegó comida, porque las madres que están con sus niños internados están sin nada en el estómago. Cuando salen dicen que ya no les queda dinero, se les fue en comprar las receras porque el Seguro Único de Salud (SUS) solo cubre los sueros.  

La oferta culinaria es sencilla, a veces guiso de fideo, otras solo son sándwiches, pero el corazón es grande, tan grande como las necesidades.