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21 de noviembre de 2018, 4:00 AM
21 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Había un abuelo muy sabio, de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía ser un triunfador en todos los aspectos de su vida y que, por eso, se consideraba el hombre más feliz del mundo. Muchos envidiosos, le ofrecían poder y dinero y hasta intentaron robar el cofre, pero todo era en vano. Mientras más lo intentaban, más infelices eran; la envidia no los dejaba vivir. Pasaban los años y el sabio vivía feliz.

Un día llego ante él una niña y le dijo: Señor, al igual que tú, también quiero ser inmensamente feliz. ¿Por qué no me enseñas qué debo hacer para conseguirlo?

El primer paso, es saber que existe la presencia de un Dios en todas las cosas de la vida, y por lo tanto, debes darle gracias por todas las cosas que tienes.

El segundo paso, es que debes quererte a ti misma. Todos los días al levantarte y al acostarte, debes decir: yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñosa, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer: este paso se llama alta autoestima.

El tercer paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices; si piensas que eres inteligente, actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñosa, expresa cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, proponete metas y lucha hasta lograrlas. Esto es motivación.

El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.

El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te dejará ser feliz; deja que Dios haga justicia.

El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo a las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.

El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie; todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.

Y por último, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfador y que de esta manera, puedan ser felices.

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