El famoso periodista deportivo, actor y productor de contenidos en las redes sociales se muestra como un papá presente, lleno de amor y compromiso.

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13 de marzo de 2024, 10:00 AM
13 de marzo de 2024, 10:00 AM

El periodista deportivo, actor de teatro y cine, productor de contenidos en las redes sociales, se muestra como un papá presente y orgulloso, lleno de amor y compromiso criando a sus 4 hijos. Ellos miran y aprenden de su trayectoria como profesional mediático, son sus fans en las luchas del día a día para crecer como mejores seres humanos y ciudadanos comprometidos con su terruño.

Pablo Fernández Landívar tiene 42 años, nació en Santa Cruz de la Sierra, y comparte que su hermosa familia la componen su padre Pablo Fernández Bowles (+) y su mamá Nuty Landívar, su esposa Patricia Roca Londoño, sus hermanos Adriana, Pablo Antonio, Nicolás y Sebastián Fernández y Andrés Urenda, también sus sobrinos Emilio, Elena y Julia, y la gran pasión de su vida, sus 4 hijos Violeta (15), Fabricio (13), Benjamín (8) y Felipe de 4 meses recién cumplidos.

¿Qué esperas de ese día?

La verdad es que con el sólo hecho de que me feliciten mis hijos, ya estoy. Un mensaje, un dibujo, un beso, un abrazo, que me hagan saber que me quieren y me aman.

El año pasado, Violeta y Fabricio me hicieron llegar una taza con una impresión del apodo que ellos me dicen, fue una sorpresa gigante y era sólo una taza, yo, ni siquiera tomo café (risas). Amé el detalle y el momento inolvidable.

¿Cómo funciona tu chip de papá a la hora de corregir a tus hijos?

Me encanta ser amigo de mis hijos, me encanta que podamos chivear, juguetear, hacernos chistes, pero no puedo olvidar que soy papá y mi rol principal en su vida es guiarlos, educarlos y contarle historias de vida que les ayuden a tomar buenas decisiones.

Creo mucho en fomentarles la independencia desde chicos, dejar que decidan sobre ciertas cosas, y así que resuelvan solos ciertos ‘problemas’.

¿Cómo los corrijo? De acuerdo con la situación, no hay una fórmula infalible para educar, por lo tanto, uno va encontrando formas y métodos.

En el camino vamos enseñando, en el día a día, y muchas veces lo que funciona con un hijo con el otro no.

Qué destacas del legado de tu papá, ¿eran muy cercanos? Con mi papá hemos tenido una relación de fin de semana, sobre todo, en mi niñez. Creo que mi papá no participó tanto en inculcarme valores, era una relación más light, de chacota, de juegos, de buenos momentos, muy rara vez se enojó o me corrigió.

En mi adolescencia nos alejamos un poco y luego cuando entraba a mi vida independiente nos acercamos, nos hicimos muy amigos, el hizo de todo para recuperar el tiempo perdido y vivimos momentos muy lindos. Fue un súper abuelo, muy atento, adulón con sus nietos y no se perdía momentos con ellos.

Reglas del papá Pablo Fernández

1-Siempre les digo que se dediquen a algo que les guste, que les apasione.

2-Los hermanos son y van a ser las personas más importantes en su vida, se van a tener siempre, de manera INCONDICIONAL. Su relación tiene que cultivarla incluso por encima de la relación conmigo o con su madre.

3-En la vida hay espacio y momento para todo. Les pido que no se apuren, que no se salten etapas y que disfruten cada una que les toque vivir.

4-El pelo corto, largo, algunos kilos de más, ropa ancha, ropa ajustada, todo se ha puesto de moda y va a volver. Lo que no se ha puesto de moda JAMÁS son los dientes chíos (risas). Los torturo para que se laven los dientes todo el tiempo.

5-Hay una regla que heredé de mi madre y es muy importante para mí: buscar la independencia. Les digo que tienen que aspirar a VIVIR SOLOS, no pueden salir de la casa de sus padres a la casa de su pareja. Deben tener un momento de INDEPENDENCIA PURA y terminar de conocerse cuando las responsabilidades sean sólo de ellos.

6-No soy alguien tan apegado a la religión, pero creo que mi rol principal es formar personas de bien, personas que aporten el día de mañana a sus familias, a ellos mismos y a la sociedad. Me gusta hablar todo el tiempo con ellos de lo que está mal y bien en determinadas situaciones, a través de la charla y el debate me gusta sembrar en ellos el hecho de hacer lo que uno cree correcto.

7-Finalmente, en mi casa no es mala educación poner los codos en la mesa. Lo charlamos alguna vez y nos cuestionamos si era algo ‘malo’, simplemente porque una señora lo dijo así hace 100 años.

Es decir, definimos nosotros que comer con la boca abierta y mostrar los alimentos es de mal gusto, no limpiarse con servilletas antes de tomar refresco es antihigiénico porque deja el vaso con grasa, etc., pero la de los codos no nos pareció y no somos ovejas de rebaño en mi casa. Nos cuestionamos, pensamos, debatimos y si hace falta cambiar algo, lo hacemos.

Debo reconocer que es algo medio polémico a veces, pero me funciona bien para que mis hijos aprendan a tomar sus propias decisiones y no se dejen llevar por lo que otro diga que está bien o mal.

Amor en foto

Amor en foto. “Fui papá a los 26 de años, aprendí a ser padre con Violeta (que en mayo cumplirá 16 años). Tenemos una relación muy cercana, somos cinéfilos y nos encanta ir al cine. Con Fabricio nos une la pasión por el fútbol, somos incansables jugando arco a arco. Junto a Benjamín hacemos muchas cosas, probablemente es mi hijo más extrovertido en el tema artístico, es el más parecido al papá. Y con mi bebecito Felipe nos estamos conociendo, en esa fase de compartir besos y risas. Amo a mis hijos, los disfruto, a cada uno en su forma de ser, en verdad, ¡son únicos!