Conoce el talento de estas dos niñas en este espacio de homenaje al Día del Niño Boliviano.

10 de abril de 2024, 15:00 PM
10 de abril de 2024, 15:00 PM

El Arte en sus venas

A sus 11 años, Gladys Valentina Martínez Hoyos es una niña prodigio con un corazón lleno de creatividad. Desde temprana edad, su pasión por el arte la ha impulsado a soñar en grande. Su deseo más profundo es tener su propia galería para exhibir sus cuadros y creaciones.

Amor y destreza

Además de su amor por el dibujo y la pintura, también se sumerge en el mundo de lo artesanal. Con habilidad y dedicación, crea accesorios únicos utilizando materiales como elásticos, hilos, dijes e iniciales. Su destreza en el tejido es asombrosa, y ya ha comenzado a vender sus creaciones por encargo.

Aunque nunca tomó cursos formales, Gladys aprendió de tutoriales en línea. Para ella, la tecnología es una herramienta poderosa que debe dominarse. Su enfoque perfeccionista y atención al detalle se reflejan en cada pieza que crea. En sus planes está la inversión en más materiales y una Tablet profesional para diseñar, ya que maneja aplicaciones de edición con maestría.

Quiere ser emprendedora

Tiene el incondicional apoyo de su mamá Martha Gladys Hoyos, quien también ha sido su guía para que haya podido construir su propia marca, y sus clientes provienen de diversos círculos: desde la familia hasta los vecinos y amigos. Si deseas adquirir uno de sus hermosos accesorios artesanales y apoyar su iniciativa, puedes contactarla por el WhatsApp 77610008.

Cuenta con un registro meticuloso de sus ingresos y gastos en una hoja de cálculo, tiene claro su camino, ser una profesional en el mundo de las artes y la arquitectura. Su madre la apoya compartiendo su visión empresarial, y busca su capacitación en oratoria y liderazgo.

Su creatividad explosiva escribiendo de los cuentos

Samantha Eleonor Pacheco Yépez, es una niña que con tan solo 7 años ama contar historias. Cuenta con el apoyo de sus padres, esa orientación que la impulsa a plasmar sus historias en papel. A sus 6 años sentía que sus relatos a menudo se desvanecían en el olvido. Fue entonces cuando su madre le sugirió escribirlos. Aunque aún no dominaba la escritura, su madre se convirtió en su secretaria personal, grabando sus ideas mientras fluían con inspiración para luego transcribirlas y pasarlas a un documento.

Su inspiración en los animales

La primera colección de cuentos de Samantha gira en torno a las mascotas. Combina sus vivencias con toques de imaginación, creando ocho relatos cortos. El último libro, publicado en diciembre pasado, aborda la llegada de una hermanita, explorando las vivencias familiares de manera más extensa.

Estos cuentos no solo viven en papel. Samantha y su familia los venden por el Facebook: Mi Niña Bonita Samantha.

Inspirada por los animales, especialmente las mascotas como perros y gatos, Samantha también participó en la feria Mi Pequeño Emprendedor.

Sin límites de edad

Su sueño es que todos los niños del mundo tengan un libro, sumergiéndose en el mágico mundo de la imaginación.

Además, este año, aspira a participar en la Feria Internacional del Libro, demostrando que el espíritu emprendedor no tiene límites de edad.

Samantha comenzó a tejer sus cuentos a los 6 años, capturando su creatividad explosiva con la ayuda de sus padres. Su meta es clara: ser ejemplo de que emprender es posible a cualquier edad.