José Antonio Kast se proclamó como candidato presidencial en Chile y ahora elabora una fórmula para proponer iniciativas de campaña. Una de ellas es construir un muro en los 861 kilómetros de frontera que hay con Bolivia

6 de mayo de 2024, 4:00 AM
6 de mayo de 2024, 4:00 AM

José Antonio Kast es un político chileno que está en campaña electoral prematura. Es de tendencia de derecha radical y está lanzando ideas para intentar sumar votantes. Una última propuesta incluye a Bolivia. El opositor al presidente chileno, Gabriel Boric, quiere construir un muro en la frontera entre Bolivia y Chile con el fin de evitar la migración ilegal y los delitos en ciudades del vecino país. Su iniciativa fue desechada por una mayoría en ambas naciones.

Kast, fundador del Partido Republicano de Chile, lanzó una serie de ideas tras visitas a países fuera de Chile. Por ejemplo, visitó el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la polémica mega-cárcel que construyó el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y que ha sido cuestionada por diversas organizaciones defensoras de derechos humanos.

Esa idea quiere replicar en Chile con el fin de terminar con el crimen organizado que está azotando a varias ciudades del vecino país. Ese viaje lo hizo acompañado del presidente de los republicanos de Chile, Arturo Squella; el diputado Cristián Araya; y el exgeneral de Carabineros Enrique Bassaletti. Todos estos viajes se dan en el marco de lo que en su partido se ha denominado la “fórmula Kast“. Este plan consiste en los viajes de Kast a diversos lugares recopilando antecedentes. Todo con la finalidad de “prepararse para gobernar“, según medios chilenos.

Hace unos días visitó Hungría. Ahí recorrió la frontera con Serbia, donde existe un muro enmallado que separa ambos países. Kast caminó ese trazo y no dudó en usar sus redes sociales para lanzar una polémica propuesta: quiere algo similar en la frontera entre Bolivia y Chile. Su objetivo -dijo- es parar la migración ilegal y los delitos que cometen extranjeros en Chile.

En conversación con el diario chileno El Mercurio, el excandidato presidencial señaló que “hoy, los húngaros están más seguros. No tienen que enfrentar el fenómeno de la inmigración ilegal con todo el impacto que tiene a nivel político, económico y social”.

Luego, arremetió respecto a la realidad chilena: “Hace cuatro años, cuando propusimos establecer una zanja, se burlaron y nos ridiculizaron. Pero igual terminaron construyéndola”.

“Hoy la zanja es necesaria, pero insuficiente. Porque la frontera sigue siendo un colador donde entra y sale el que quiere. Chile tiene que asegurar el cierre de su frontera con Bolivia”, sostuvo.

EL DEBER se comunicó con el equipo de prensa de Kast, pero pidieron que una entrevista sobre este tema se realice “luego”.

Sin apoyo

Las respuestas a ese planteamiento fueron varias, tanto en Chile como en Bolivia. En Santiago, La Moneda desechó la idea e ironizó la acción de Kast. “Otra cosa es con guitarra”, sijo la Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo.

“Cuando se es gobierno hay que no solamente tener ideas, sino que ver cómo esas ideas se financian y se sostienen y cómo esas ideas pueden tener un efecto real, más allá de lograr un buen titular. Y por lo tanto el trabajo del Ejecutivo en materia migratoria ha sido crear las estrategias, las leyes y las ejecuciones de política pública que más puedan contribuir, dado lo largo de nuestra frontera en nuestro país, para el control de la migración irregular. Por eso, creo que es importante en este ámbito no quedarse simplemente con consignas y titulares, sino que hacer propuestas que impliquen cómo se aplica, cómo se financian”, afirmó Camila Vallejos.

Chile y Bolivia comparten 861 kilómetros de frontera. En la zona norte chilena es donde existen varios delitos transfronterizos. Además, operan mafias venezolanas que explotan a migrantes para que ingresen a suelo chileno.

La propuesta del también exdiputado Kast surgió tras su discurso en Hungría, en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) 2024, organizada por la Unión Conservadora Estadounidense, en la que arremetió contra el presidente Boric, a quien se refirió como “woke”, de acuerdo con una publicación de La Tercera.

“Chile tiene que asegurar el cierre de su frontera con Bolivia y en los próximos meses vamos a trabajar en un plan integral para detener el ingreso de inmigrantes ilegales, que evalúe la posibilidad de levantar barreras físicas como un muro o vallas, tecnología y cambios legales que permitan desarrollar este proyecto que es de máxima prioridad para Chile”, insistió Kast.

En La Paz, la propuesta del político no tuvo un eco positivo. Todas las fuerzas políticas rechazaron la iniciativa del opositor chileno. El senador Félix Ajpi, del Movimiento Al Socialismo (MAS) y presidente de la comisión de Política Internacional de la Cámara Alta, calificó de “racista y discriminatoria” la declaración de Kast.

“Está bien hacer un control en las fronteras, hacer un control para evitar delitos en ambos países, pero pedir la construcción de un muro es algo racista y discriminatorio. Yo le diría al señor (Kast) que también pueda sugerir cómo evitar que pase tanta basura desde Chile a Bolivia, como ropa usada, autos chutos. Que ellos también controlen ese”, dijo Ajpi.

Mientras, el diputado Alberto Astorga, de Comunidad Ciudadana (CC), no está de acuerdo con construir un muro en la frontera con Chile por dos razones: lo económico y lo social. “Ambos países compartimos una extensa frontera que tiene que ser resguardada con políticas coordinadas entre ambos gobiernos, pero pedir un muro es algo muy exagerado”, apostilló.

Hungría construyó un muro en 2015 en la frontera con Serbia, gatillado por la crisis migratoria vivida en la región por entonces.


Las zanjas en la frontera se planearon con Bolivia

Varios puntos de la frontera entre Bolivia y Chile tienen zanjas cavadas por militares chilenos. Esa idea, según La Moneda, fue coordinado con la Casa Grande del Pueblo para evitar el paso de vehículos indocumentados hacia suelo boliviano. Además, los hoyos también están diseñados para que no haya paso de migrantes ilegales.

La idea de las zanjas fue criticada cuando empezaron a instalarlas. Fue en enero de esta gestión que empezaron las obras en el lado chileno. Pero esa iniciativa no fue una decisión unilateral de Chile: hubo una coordinación con Bolivia.

El subsecretario del Interior de Chile, Manuel Monsalve, aseguró que la instalación de zanjas nace tras un acuerdo con Bolivia para evitar el tráfico de vehículos indocumentados. Además, para cortar el paso de migrantes ilegales.

“Las zanjas, si es que uno pretende controlar el ingreso de personas, nunca va a ser un mecanismo efectivo. Sin embargo, desde el Gobierno (de Chile) se firmó un acuerdo con Bolivia que tenía que ver con el robo y tráfico de vehículos desde Chile hasta Bolivia. En ese marco, en la lucha contra organizaciones criminales que roban y trafican vehículos, es que el Consejo Regional contra el Crimen Organizado de Antofagasta, decidió ampliar en aquellos lugares que son usados para el cruce de vehículos. Esta zanja está destinada a la lucha contra el robo y tráfico de vehículos”, explicó Monsalve.

Cavado de zanjas

En marzo de 2022, el Gobierno frenó la construcción de zanjas en la frontera por un reclamo de la Cancillería boliviana. El general Daniel Vargas, viceministro de Lucha Contra el Contrabando, informó en ese entonces que en coordinación con el cuerpo diplomático se logró frenar el cavado de zanjas realizado por militares chilenos en territorio boliviano.

Ahora, las zanjas se reactivaron y se construyeron muchas en varios pasos no habilitados por donde pasan migrantes y operan bandas criminales dedicadas al narcotráfico y contrabando.

El líder del Partido Republicano de Chile, José Antonio Kast, propuso la instalación de un muro o valla en la frontera entre Chile y Bolivia, como una medida para detener la migración irregular en su país. El político dijo que las zanjas no detendrán a las mafias criminales que operan en los límites entre ambos países.

Hoy la zanja es necesaria, pero insuficiente, porque la frontera sigue siendo un colador donde entra y sale el que quiere”, indicó Kast en una entrevista con el diario Mercurio. “Debemos comenzar a discutir otro tipo de protecciones para evitar la migración irregular que tiene tan complicado a nuestro país”, agregó.

Bolivia y Chile comparten 861 kilómetros de frontera y en el lado norte es donde las bandas criminales operan para cometer varios delitos. El plan de Kast incluye rejas, fierros, alambres y monitoreo por cámaras y podría ser replicada en Chile. “Hace nueve años, Hungría enfrentaba una grave crisis de inmigración ilegal y tomaron una decisión dura, pero efectiva. Cerrar las fronteras con Serbia y hacer posible la soberanía territorial”, comentó el opositor chileno tras visitar Hungría.