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16 de marzo de 2019, 4:00 AM
16 de marzo de 2019, 4:00 AM

Más de una docena de policías bolivianos están implicados en dos casos de repercusión internacional. Una ciudadana brasileña denunció haber sido víctima de agresión sexual por parte de los uniformados en la carceleta de Rurrenabaque, Beni, por lo que nueve policías fueron ayer ante un juez. La Cancillería boliviana ha confirmado que dos agentes consulares de Brasil llegarán a Bolivia para indagar esta denuncia. El otro caso está relacionado con la muerte del ‘exchico reality’ chileno Sebastián Leiva (Cangri) y su amigo. Cinco policías bolivianos están siendo investigados por supuestos nexos con el negocio de autos robados en Chile. La alcaldesa de Antofagasta le reprochó al propio presidente Evo Morales sobre este delito.

A todo esto se suman escándalos internos en el país como el de un excomandante de la Policía de Oruro que habría obtenido al menos $us 300.000 por negociados con contrabandistas. A estas alturas el uniforme verde olivo ya poco o nada inspira, porque de eso se han encargado los malos policías. ¿Hasta cuándo señores?

Empecemos por el aula. La Alcaldía cruceña ha decidido dejar la limpieza de las aulas en manos de estudiantes y docentes, pero eso se ha vuelto un dolor de cabeza en varios colegios. Basta con ver a algunas porteras en el afán permanente de barrer un montón de papeles y otros desechos que los propios alumnos tiran en su lugar de estudio. Y pensar que es allí donde se forman los ciudadanos del presente y el futuro. Cuidemos y cultivemos desde nuestro segundo hogar, como lo es la escuela, las buenas costumbres para que se vean reflejadas en la ciudad y en nuestro planeta. Aprendamos de otras culturas, como los japoneses. No por nada han sido un ‘ejemplo de limpieza’ en el último Mundial de Fútbol, en Rusia.

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