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13 de marzo de 2019, 4:00 AM
13 de marzo de 2019, 4:00 AM

La educación tendría que ser prioridad de un gobierno local que dice amar a su pueblo. Dolorosa es la imagen de adolescentes y su maestra, sentados en el suelo, intentando pasar clases por falta de pupitres. Esto no se puede comprender a más de un mes de haberse iniciado el año escolar. Tampoco tiene lógica la denuncia de que se ha disminuido la cantidad de gendarmes que cuidan los colegios, cuando hace algunos años la vigilancia fue reforzada por el acoso de las pandillas a alumnos y docentes. Se entiende que la Alcaldía tenga prioridades (el año pasado el reordenamiento de mercados y éste del sistema de transporte público); sin embargo, el de Santa Cruz es el municipio más grande y con más ingresos de Bolivia, por lo que la formación de niños y jóvenes no tendría que descuidarse por nada del mundo.

Un dirigente del MAS dice que en cada ministerio habrá un responsable para recaudar aportes para la campaña y que deberá rendir cuentas a los ministros de cada área. Los ‘descuentos’ son conocidos y no de ahora, sino de siempre. Todos los partidos recurren a esa práctica. Decirlo públicamente permite suponer que quien trabaja en el sector público está obligado a ‘pagar por tener un empleo’ y que, en muchos casos, llega a la pega por favor y no por mérito. Es una pena, cuando lo que se debería buscar es que el servidor público tenga un perfil técnico y sobrada capacidad profesional.

No me ayude compadre, habría que decirle a la COB que ha definido pedir incremento salarial superior al 5,5%. Sería interesante un debate abierto que permita descubrir que al menos 6 de cada 10 personas trabajan en la informalidad (sin reglas y sin adecuadas condiciones) y que la política salarial, más el doble aguinaldo, han contribuido a que el sector formal de la economía frene nuevas contrataciones y cierre opciones, especialmente para los más jóvenes, que van engrosando el sector de ‘Ninis’ (ni estudian ni trabajan por falta de oportunidades).

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