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5 de diciembre de 2018, 4:00 AM
5 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Llegó el día en el que la CIDH recibirá en una sesión a los que rechazan la habilitación de las candidaturas de Evo Morales y de Alvaro García Linera, apoyándose en el resultado del referéndum del 21-F, y las autoridades que argumentarán en EEUU por qué insisten en defender la postulación del binomio, respaldándose en un fallo del Tribunal Constitucional. Es importante que la comunidad internacional conozca los argumentos, justo un día después de que el TSE habilitó a las candidaturas a las primarias, excepto a la del Frente Para la Victoria, y en medio de movilizaciones que incluyen un paro cívico nacional. Estas son horas cruciales para la democracia boliviana, que debe encontrar una salida pacífica a la confrontación derivada de la decisión del MAS de postular al presidente y al vicepresidente por otros cinco más, cuando la CPE no permite dos reelecciones consecutivas.

Estamos en vísperas del tercer paro cívico del año. Lo más probable es que la medida volverá a ser acatada en Santa Cruz como las dos veces anteriores. Se sumarán otras regiones, como ocurrió en febrero pasado. Hacía años que la región que se considera el motor económico de Bolivia no suspendía sus actividades en un periodo de meses. Aumentarán las pérdidas, pero el argumento que las justifica es que sería peor para la economía perder la democracia. Todo se hubiera evitado si se respetaba el resultado del referéndum del 21-F.

El Gobierno anunció que la Policía se encargará de garantizar las distintas marchas y vigilias, además que no intervendrá los bloqueos que se anuncian para el día de paro. Hay una creciente tensión y es mejor que los efectivos del organismo del orden actúen con prudencia y eviten inclinarse por uno de los sectores confrontados.

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