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29 de noviembre de 2018, 4:00 AM
29 de noviembre de 2018, 4:00 AM

¿Por qué el poder le teme tanto a las redes sociales a tal punto de que algunos policías se meten a ‘espiar’ las cuentas de los que incomodan? Indudablemente que las redes les han dado a muchos ciudadanos hasta ahora un espacio de expresión muy difícil de controlar o de eliminar por quienes quieren el monopolio del relato oficial como forma de mantenerse en el poder. En realidad, es casi técnicamente imposible controlar el ciberespacio. “Solo es posible interceptar o neutralizar” los mensajes negativos de los opositores al Gobierno, dijo presuntamente un jefe de la Policía boliviana, en un polémico audio que circuló esta semana y que no fue desmentido. Qué tristeza genera la sospecha de que alguien puede haber incorporado a algunos policías a las filas de los ‘ciberguerreros’ del oficialismo para combatir la discrepancia o la disidencia, cuando sus energías deberían estar puestas en combatir a la delincuencia.

La Policía española tiene 3.172.472 seguidores en Twitter, 394 mil en Instagram y 701.196 likes en Facebook. Usa sus redes sociales para pedir pistas de delincuentes, dar consejos de seguridad, realizar campañas con ciudadanos y anunciar sus servicios a la comunidad. Una pequeña muestra de lo que podemos aprender y del buen uso que se le puede dar a las redes sociales, en vez de gastar energías y tiempo en ‘espiarnos’ unos a otros.

El binomio de Evo y García Linera se registró ayer sin problemas, pese a la derrota del 21-F. Una primera señal de que ambos pueden tener la vía libre para avanzar hacia la búsqueda de otra reelección, más allá de la incesante y creciente resistencia ciudadana. Sin embargo, el TSE tendrá la palabra decisiva y final el 8 de diciembre.

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