Opinión

Urea y vergüenza

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12 de marzo de 2018, 6:46 AM
12 de marzo de 2018, 6:46 AM

YPFB asegura que está exportando urea a Brasil, pero el IBCE dice que no figura en las estadísticas oficiales del Estado Plurinacional ninguna exportación de urea a Brasil.

Habría que descartar que YPFB esté exportando urea de contrabando, porque se trata, al fin y al cabo, de una empresa estatal, pero no de cualquier empresa estatal, como las que este Gobierno creó a diestra y siniestra, sino de una de pedigrí, de paladar negro, pues pertenece a la categoría privilegiada de empresa ‘estratégica’.

Entonces, hay que buscar dónde se perdieron miles de toneladas de urea que debían haber llegado a Brasil pero que nunca llegaron. Se debería seguir el rastro de este comercio desde que la carga partió de Bulo Bulo a bordo de camiones de propiedad, muchos de ellos, de los cocaleros de Chapare, con destino a Montero.

Allí esta carga debía ser puesta sobre vagones de la Ferroviaria Oriental, de propiedad del venezolano Carlos Gill, quien debió atender un pedido de rebaja de los fletes, que le hizo YPFB con el argumento de que, de otra manera, la exportación de la urea sería antieconómica para el Estado Plurinacional.

No se sabe qué respondió el señor Gill ni se sabe si la carga llegó a sus trenes, en los que debía ser transportada hasta Puerto Aguirre para cruzar a Brasil en barcazas de privados, en vista de que las que el Estado Plurinacional compró de China nunca llegaron a destino y están demoradas en un kafkiano proceso de corrupción asiático-masista.

Se podrá averiguar qué barcazas fueron usadas para atravesar el Pantanal y cuánto pagó YPFB por ese servicio, o si la urea fue entregada en territorio boliviano al comprador. No se aclaró si el acuerdo era FOB o CIF, si es que hubo alguno.

El problema es que el senador Óscar Ortiz dice que, en realidad, no hay comprador y nunca lo hubo, lo que es rebatido por la empresa estratégica diciendo que tiene un compromiso de entregar 335.000 toneladas de urea a sus clientes brasileños. Por el momento, la planta de urea está parada. Costó $us 953 millones, hasta ahora.

Lo que dice el portal Money.com es que en Brasil se ha informado de que la urea boliviana no fue comprada porque no tiene la calidad exigida. Además, y para colmo de males, ocurre que Bolivia sigue importando fertilizantes de Brasil por $us 1,3 millones.

¿Se hacen exportaciones o se informa de que se las hace, para engañar a los bolivianos?

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