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2 de junio de 2018, 20:05 PM
2 de junio de 2018, 20:05 PM
El doctor Carlos Cardona Ayoroa, buen amigo del suscrito, tuvo la gentileza de enviarme documentación sobre su ilustre antepasado, el Gral. Ángel Ayoroa Oporto (1891-1985), oficial que, al mando de la compañía Santa Cruz de la Sierra 9º de Infantería, firmó e hizo firmar el acta de rendición de dos batallones enemigos en Cañada Strongest, una de las pocas victorias militares de Bolivia en la desastrosa Guerra del Chaco contra el Paraguay (1932-1935). Antes del conflicto, Ayoroa ya había cobrado fama por haber logrado recuperar el Fortín Vanguardia en diciembre de 1928, el que había sido ilegalmente ocupado por Asunción en abril de ese mismo año, creando entonces una gran tensión internacional.

Ángel Ayoroa se graduó  en 1910 de subteniente en el Colegio Militar. Sus primeros años de carrera los pasó en diversos destinos. Desde 1922 cumplió exclusivamente misiones castrenses en la zona del Chaco, contrajo matrimonio con la dama Rosa Escobar Cosío, tendió una red cablegráfica, hizo levantamientos cartográficos y descubrió las ruinas de San Ignacio de Zamucos. Asimismo, sostuvo amistosas reuniones con los capitanes zamucos y les explicó que todos éramos bolivianos, sea cual sea la raza o el color de cada cual; los indígenas zamucos entendieron -a su manera- que los bolivianos eran también “ayoroas” y empezaron a autodenominarse así. Por el tiempo y la falta de escritura, la palabra se modificó fonéticamente;  pasó a ser “ayoreos”,  término utilizado hasta hoy. Existen otras teorías sofisticadas al respecto, pero esta –por su propia sencillez- creo que tiene bastante solidez.

Ángel Ayoroa fue un destacado oficial. Desde su graduación como subteniente (1910) hasta concluidas las hostilidades en el Chaco (1935) solo aceptó destinos en el Ejército y rechazó cargos políticos. Por la vía de la excepción, integró el gabinete de German Busch. Ese puesto lo consideró un cargo militar, ya que aún no se había firmado la paz con Paraguay, lo que recién se hizo realidad en 1938. Recuérdese que el acuerdo de junio 1935 fue solo de cese de hostilidades y tregua. 

Una vez en situación de retiro, Ayoroa aceptó ser embajador de Bolivia ante el Japón y desde 1940 abandonó toda actividad pública. Ha sido durante su notable trayectoria un digno heredero de las gestas del Mariscal Santa Cruz, como también de los héroes cruceños Marceliano Montero, Agustín Saavedra Paz y de otros militares  bolivianos de honor que consagraron sus vidas a la defensa de la patria. El Gral. Ángel Ayoroa fue un patriota ejemplar y siempre deberá ser  así recordado.
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