Opinión

Un gobierno para la crisis

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12 de noviembre de 2018, 4:00 AM
12 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Es cierto, el presidente Evo Morales está en campaña electoral pese a que un referéndum lo descalificó y todo lo que hace su gobierno es en función de esa campaña, pero ocurre que la crisis está golpeando la puerta cada vez con más fuerza. Las ventas de gas se están derrumbando al ritmo que cae la producción, los cobros se han hecho difíciles, las casas de cambio no tienen dólares para vender desde que el Banco Central cometió el desliz de suspender las ventas, las reservas se esfuman, lo único que crece es la deuda, las millonarias inversiones son un fiasco, entre otros factores negativos, mientras el espectro político regional se hizo adverso.

La actitud del gobierno de ignorar la crisis porque su candidato está en campaña comienza a poner en riesgo el futuro del país, porque hay medidas que deben ser tomadas ahora, haya o no elecciones, ya sea que el presidente sea o no candidato.

Se puede enviar a la cárcel a todos los bolivianos que griten “Bolivia dijo no”, pero con esa actitud dictatorial no se resuelve la crisis, que es el verdadero problema del país, y no la campaña del candidato vetado. Cuando la mayoría de los bolivianos hayan sido detenidos por la muy obediente y militante Policía, la crisis no habrá cedido. Por tanto, quizá convenga o el presidente anuncie que no será candidato y comenzará a encarar la crisis, o que decida crear un gobierno paralelo que se ocupe de encarar los problemas, mientras él está en la campaña, si fuera posible evitando mandar a la cárcel a los ciudadanos que le recuerden el compromiso que tuvo de aceptar el resultado del referéndum del 21 de febrero de 2016.

Para la segunda opción, de crear un equipo paralelo, hay un problema: el gobierno no tiene personal capaz de hacer una buena administración. Cuando llegó el superciclo de los altos precios, sus deficientes administradores no tenían nada que hacer, sino contar el dinero que entraba y presumir de estar haciendo una gestión “prudente”. Por lo tanto, quizá convenga llamar a personas capaces, ajenas al MAS, por supuesto. Lo cierto es que algo hay que hacer, y hacerlo en este momento.

El país necesita un gobierno, algo que no saben los técnicos de la campaña. Salvo que la idea sea dejar que la crisis se ahonde y que los bolivianos tengan que partir hacia otros países, como ocurre con los venezolanos.

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