Opinión

Riesgos de una investidura fallida

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20 de julio de 2019, 4:00 AM
20 de julio de 2019, 4:00 AM

La política española sigue un derrotero previsto hace poco más de dos años, cuando el tradicional “bipartidismo” empezó a ser reemplazado por un novísimo “multipartidismo”. La dispersión del voto propia de este nuevo escenario erige una barrera insalvable para que alguna de las formaciones polí- ticas consiga en el Congreso de los Diputados la mayoría absoluta -175 escaños- requerida para gobernar en solitario. Esta es la situación en que se encuentra el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) - ganador en las recientes elecciones generales -en su intento de conseguir que su secretario general, Pedro Sánchez, sea investido, por el Congreso de los Diputados, como presidente de Gobierno.

Ante las dificultades para armar una coalición, tanto de investidura como de gobierno, no faltan las voces que reclaman un creciente esfuerzo de negociación, en especial entre el PSOE y Unidas - Podemos, formación de izquierda liderada por Pablo Iglesias. Por ejemplo, un grupo de 12 intelectuales - entre los que figuran personas de la talla de Fernando Savater y Félix Ovejero- publicó un “manifiesto” llamando a insistir en el logro de entendimiento, pero sin “alcanzar acuerdos, por activa o por pasiva, con los populismos y los nacionalismos identitarios y secesionistas”.

Por otro lado, en un diálogo televisado los ex presidentes Felipe González y José María Aznar, coincidieron en hacer un reclamo para lograr entendimientos eficaces entre los grupos políticos concernidos.

“Los bloques no buscan el centro -dijo el líder del PSOE - sino el antagonismo”. A su turno, el líder del PP subraya que la “pérdida de centralidad es un problema muy grave”. En concordancia con estas apreciaciones, según una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, solo el 20,2% prefiere que el PSOE gobierne en solitario, con apoyos puntuales de otros partidos. Las sesiones para discutir y votar la investidura de Pedro Sánchez se abrirán con posiciones duras.

Los partidos de centroderecha, Partido Popular (PP) y Ciudadanos, reiteraron que votarán en contra. El líder de la formación Unidas - Podemos insinúa un posible voto negativo en caso de que el PSOE no acepte formar una coalición de gobierno con puestos en el gabinete ministerial. Por último, los partidos regionales se mantienen a la espera de lo que hagan los otros. Para ganar la investidura, Sánchez necesita sumar a los votos de su partido los de Unidas - Podemos y de algunos partidos regionales. Si la investidura falla, la única opción será disolver la legislatura y convocar nuevas elecciones. Sin embargo, según recientes sondeos el resultado de estas no cambiaría en forma sustantiva la actual proporción de las fuerzas políticas, aunque sí reforzaría ligeramente el “bipartidismo” al favorecer, sobre todo, al PSOE

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