Opinión

Primarias funcionales al MAS

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9 de diciembre de 2018, 4:00 AM
9 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Los errores de cálculo son fatales en política. Lo fue el referéndum del 21-F para el MAS, lo son ahora las primarias para la oposición. El salvavidas que le entregó el TSE al Gobierno para terminar de validar al binomio Evo Morales-Alvaro García Linera ha sido la Ley de Organizaciones Políticas, concebida con el apoyo de algún asesor distante del oficialismo. “¡No me ayude compadre!”, tendrían que decirles los opositores a quienes metieron un año antes de las presidenciales la idea de las primarias. Las oportunidades en política se deben aprovechar y es lo que hizo sagazmente el Gobierno. Viveza, de un lado, y una extraña (¿cómplice?) inocencia de los mentores del proyecto de ley y del Órgano Electoral.

Ya no quedan dudas de que al MAS le cayó bien la nueva norma para apuntalar su interés de seguir en el poder. El propio vicepresidente Álvaro García Linera lo reveló en una reciente entrevista con EL DEBER, en la que se evidencia que el Gobierno aprovechó la ocasión para ejecutar una estrategia de arrinconamiento, con meses de anticipación, a sus posibles rivales y darse un festín electoral. En la lectura del segundo mandatario, el principal afectado resulta Carlos Mesa, pues ya no será el ‘outsider’ que debía aparecer tres o cuatro meses antes de la votación presidencial. El candidato del FRI tendrá que lidiar en una larga campaña no solo con los ataques del oficialismo, sino con los de otros opositores que, en un contexto de división, buscarán desplazarlo.

El ‘efecto trampa’ de las primarias ha sido expuesto en la mencionada entrevista. García Linera considera que la oposición podría haber tenido mayor chance de unidad si aparecía a último momento de la campaña la opción del ‘outsider’ personificado en Mesa. Sin embargo, la fragmentación de los opositores, por la prematura postulación que exigen las primarias, es una realidad que hace que el binomio masista se frote las manos, pues ahora tiene casi un año para atacar y contraatacar a sus contrincantes desde un lugar inmejorable como es el poder.

Otro ‘efecto trampa’ de las primarias, sin duda el más relevante, es que distraen de la lucha por el voto del referéndum del 21-F y, consiguientemente, de la defensa de la democracia. Hay que dar por descontado, además, la utilización que hará el MAS de los votos de sus militantes para procurar legitimar al binomio.

Como se ve, hasta los astros parecen inclinarse a favor de las intenciones del Gobierno de lograr una reelección inconstitucional. Las primarias hicieron que muchos de los contrarios a Evo Morales piquen el anzuelo. Hoy tenemos a los opositores abiertamente expuestos a una campaña desventajosa y, lo peor, confrontados entre sí y dispersos. Queda esperar un esfuerzo mayor para lograr la unidad en los meses que vienen y exigir la transparencia en la administración de la votación, ya que conseguir igualdad de condiciones en la competición es prácticamente una utopía.

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