Opinión

Patzi, como ‘rémora’ o el partido ‘bis’ de Morales

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14 de octubre de 2018, 4:00 AM
14 de octubre de 2018, 4:00 AM

No debe extrañar a nadie que el ministro Alfredo Rada agreda a los periodistas con la cantaleta de que “debieran identificarse como opositores” cuando piden cuentas y datos (transparencia), porque es parte de su manera de apreciar la libertad de prensa, de amenazar, pero probablemente llame la atención lo hecho por Félix Patzi, quien decidió echar a Amalia Pando y a Roxana Lizárraga de la radio de la Gobernación de La Paz, porque la periodista entrevistó a Carlos Mesa, situación que el gobernador entendió como “apología política”.

Personalmente no me extraña que Patzi actúe así, si ya sabemos de dónde llega y por qué ya no está en el MAS; su salida no fue ideológica, sino por “indecoroso” (¡vaya!, ahí donde permiten las aberraciones presidenciales más grandes, argumentaron “decoro” para deshacerse de Patzi); consecuentemente no lo veo como alguien alejado del partido, sino como parte de una estrategia que le permitirá al MAS enfrentar elecciones de diverso tipo.

Veamos:

Cuando Patzi ganó la Gobernación de La Paz, lo hizo en las filas de la agrupación SOL.bo (ya no tiene relación política con ese partido), entonces, Cocarico había hecho muy mala gestión, Revilla amenazaba la Alcaldía (la conquistó) y el MAS no tenía posibilidades de mantener la Gobernación y jugó con una candidata que no podía ganar la elección. De ello, Patzi resultó el ganador, beneficiado con una estructura política ajena, pero que le servía hasta obtener su personaría jurídica propia, la que logró antes que Sol bo, que parece haberse quedado para más adelante.

Tengo la sensación de que Patzi va a actuar en adelante como un masista ‘bis’, siendo útil al presidente Morales en aquello que el mandatario necesite; echar a Amalia Pando es imperioso para el partido de Gobierno porque la periodista es muy dura crítica, y eso incomoda al poder.

El argumento usado para echar a Pando, bajo la idea de que ella pueda hasta alabar a Mesa, es una expresión de intolerancia política porque en este país los ciudadanos tienen derecho de tener preferencias políticas y de expresarlo; ello no constituye manipulación alguna; pero, valga la aclaración, Amalia Pando no se ha declarado militante del proyecto de Mesa; simplemente saludó su llegada a la política.

El tema es que Patzi sirve para convocar a los que, desencantados con el MAS, ya no votarían por ese partido, pero que aún pueden votar por una opción filomasista (¿Tercer Sistema?) pero tienen dudas de votar por Mesa, de manera que la estrategia será presentar a Patzi contra ambos, pero puede perjudicar mucho más a Mesa, que no recibirá los votos que deje de recibir el masismo, los que se irían directamente a ese candidato que actuará como un ‘pez rémora’, es decir, que irá comiendo lo que deje el MAS.

Mesa y los sectores no-masistas de occidente, pero que votaron anteriormente por él, para evitar el traslado del poder fuera de su órbita, confían en que Doria Medina no presente candidatura y sueñan con un triunfo en ese distrito electoral, pero parecen no haberse dado cuenta de que Patzi no es cuenta menor, tiene voto y podrá tener apoyo del poder. Además, la promesa de que en marzo se le devolverán gentilezas, apoyándolo a una reelección a la Gobernación.

El oficialismo ya no es lo que era pero está lejos de ser débil: tiene plata, tiene estrategas y, creo yo, no estaría demás, pensar que esta es una estrategia que puede marchar muy bien.

Un botón basta de muestra, decía Sandro de América; los demás, a la camisa… esa que parecen estar probándose en el poder; al menos debieran pensarlo fuera de ese partido.

 

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