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21 de diciembre de 2018, 4:00 AM
21 de diciembre de 2018, 4:00 AM

Mientras en el ámbito político todos estamos alarmados por la decisión del Órgano Electoral, que habilitó inconstitucionalmente al binomio Evo y Álvaro, es muy preocupante lo que está sucediendo con la economía del país. El último informe de la Fundación Milenio indica: “La economía boliviana exhibe una situación incierta, caracterizada por un elevado déficit fiscal y también de las cuentas externas, así como también por la desaceleración del crecimiento económico y la pérdida de competitividad cambiaria. La proyección macroeconómica para los próximos dos años muestra un panorama aún más delicado para la sostenibilidad fiscal y por la pérdida continuada de reservas internacionales y el aumento acelerado de la deuda externa”. Muy contundente.

Por otro lado, y esto también tendrá repercusiones en la economía boliviana, los recursos naturales y las políticas extractivistas del gobierno de Evo Morales, están dejando en muy mal estado las condiciones naturales del medio ambiente, provocando un desbalance en el clima de todo el país. Coincidente con esta preocupación, hace unos días, la Organización de Naciones Unidas (ONU) aseguró que al mundo le quedaban 12 años para padecer inevitables consecuencias producto del cambio climático, pero los escenarios más adversos pronostican que esto podría suceder antes de lo previsto. Según el informe “The Pessimist’s Guide for 2019” realizado por Bloomberg, el planeta empezará a sufrir los golpes más fuertes del calentamiento global el año entrante, los cuales se verán reflejados en hambrunas masivas y aumentos progresivos en los fenómenos migratorios.

Estas dificultades se verán motivadas principalmente por la llegada del fenómeno de El Niño más agresivo que en años anteriores. Dicho evento, unido a la falta de preparación de todos los gobiernos en general, creará una sequía que no solo acabará con la producción mundial de alimentos, sino que también romperá la ya maltratada cadena comercial, a raíz de consecuencias que dejará la guerra arancelaria entre China y Estados Unidos.

Donald Trump podría tener la oportunidad de convertirse en “el hombre que salvó al mundo del hambre” gracias a la temporada de cosecha en Estados Unidos, aunque sus políticas proteccionistas, que se traducirían en un paquete de ayuda a los agricultores (subsidio) por $us 50.000 millones, tres veces mayor que los $us 12.000 millones que otorgó en julio de este año, dejarían de lado esta posibilidad.

Pero lo más grave es que la pugna de Trump con el presidente de la Reserva Federal, que sumará un capítulo más esta semana por el nuevo aumento en las tasas de interés, afectaría a la economía en términos inflacionarios.

Obviamente el 2019, en Bolivia estaremos muy distraídos con las reivindicaciones democráticas y la campaña electoral, pero las proyecciones de inflación en Estados Unidos, el cambio climático que afectará a nuestra agricultura, la caída de los precios del gas y los minerales y el despilfarro populista del actual gobierno, dejarán tendido un pésimo ambiente macroeconómico. Lo peor de todo es que nadie está preocupado con esto.

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