Opinión

Nuevas revelaciones del caso LaMia

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17 de junio de 2018, 4:01 AM
17 de junio de 2018, 4:01 AM
La aparición del ex senador y empresario venezolano Ricardo Albacete es una de las mayores novedades del documental de CNN, difundido la semana pasada, sobre el caso LaMia. Se trata de uno de los protagonistas que ha procurado salvar su responsabilidad desde el instante en que ocurrió la conmovedora tragedia, pese a las sospechas de que fue el propietario verdadero de la aerolínea que obtuvo licencia en Bolivia. Este ha salido airoso hasta ahora de los cuestionamientos y no ha sido incluido en el lento proceso judicial.


Es importante indagar a Albacete porque posee uno de los testimonios vivos de esta terrible historia, que desnuda enormes falencias en la seguridad de la aeronáutica civil de cuatro o cinco países por los que el avión de LaMia voló una decena de veces al límite y prácticamente en la impunidad, hasta que se vino abajo con el plantel del Chapecoense, una veintena de periodistas y los tripulantes.


En la prolija investigación de CNN, Albacete admitió haber ayudado a la frágil empresa aérea fundada en Bolivia y que no pudo funcionar en el país del chavismo cuando se tramitó la licencia. Su hija Loredana también es mencionada en el caso, como supuesta gestora de pagos a nombre de la improvisada compañía. Más comprometedora aún es la versión de que un chino llamado Sam Pa, supuestamente detenido en Beijing, habría desembolsado 2,4 millones de dólares para el mantenimiento de las aeronaves que arribaron al territorio nacional.


Estos presuntos nexos son los que se deben confirmar o desvirtuar en una investigación seria para identificar a los responsables de los vuelos irregulares, que al parecer no son los pilotos bolivianos que aparecieron como accionistas. Una pesquisa que incluya a Albacete puede también establecer si hubo algún poder oculto que influyó en la habilitación de la aerolínea y, después, en sus operaciones plagadas de anormalidades, como la falta de seguro para algunos de sus vuelos o la insuficiente disponibilidad de combustible.


También se debe investigar los detalles de la certificación. Es decir, esclarecer las dudas que plantea el documental de CNN sobre un supuesto trato preferencial y por qué fue destituido el ex funcionario boliviano que se resistía a otorgar el aval para que la empresa opere en Bolivia.


En 18 meses de proceso no se ha podido hasta ahora presentar la acusación formal para iniciar el juicio a las personas que están imputadas o buscadas. Tampoco hay ningún encarcelado. Esta semana se conoció la imputación de un exdirector de Aasana, lo que activa la ampliación del tiempo de las investigaciones y hace temer una dilación.


Así como hasta ahora no hay sentencia para los procesados y persisten dudas sobre los antecedentes de habilitación de la compañía aérea en Bolivia, no se conoce si fueron acatadas las recomendaciones de seguridad de la aeronáutica civil para evitar una tragedia similar. El caso corre el riesgo de quedar paulatinamente en el olvido. 
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