Opinión

Las pymes y los regímenes tributarios especiales

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4 de marzo de 2018, 4:00 AM
4 de marzo de 2018, 4:00 AM

Los países de América Latina y el Caribe se han caracterizado por sus altos niveles de informalidad. Una de las posibles explicaciones de este fenómeno está relacionada con los altos costos que las empresas deben asumir si desean ser formales, pues los requerimientos necesarios para registrar una empresa y cumplir con las obligaciones tributarias son costosos y toman tiempo. 

En la región, un empresario promedio dedica 361 horas al año preparando, declarando y pagando impuestos, mientras que en los países de altos ingresos de la OECD  se realiza en 177 horas (Banco Mundial, 2017).

Los gobiernos de la región han realizado grandes esfuerzos para reducir los costos asociados con la formalidad. Uno de estos esfuerzos se ha materializado en la implementación de regímenes especiales tributarios para pequeñas y medianas empresas.
Los regímenes tributarios especiales para pymes son regulaciones que les permiten operar como entidades formales, mientras que se les dan ciertos descuentos en sus obligaciones tributarias. 

Algunos ejemplos de regímenes tributarios especiales incluyen descuentos en los impuestos de renta corporativa, exención en impuesto al valor agregado y regímenes laborales más flexibles, entre otros.
Aunque los regímenes especiales tributarios para pymes reducen el costo de formalidad, también tienen aspectos negativos. Por un lado, los regímenes especiales generan desincentivos al crecimiento. 

Bajos niveles de recaudo

Los regímenes especiales orientados a pequeñas empresas también reducen los ingresos tributarios de los países. Esto es particularmente preocupante en la región, pues mientras que en América Latina y el Caribe los impuestos como proporción del PIB representan el 22,8%, en los países miembros de la OECD esta cifra corresponde al 34,3%. Por esta razón, subir los ingresos tributarios es una de las prioridades de los gobiernos.

Sin embargo, los regímenes especiales disminuyen la tasa efectiva de tributación que pagan muchas firmas en la región. 

Las pequeñas empresas enfrentan altos costos para operar en la formalidad y esto puede explicar la informalidad en la región.  Los países de la región aún tienen mucho por hacer para facilitar el tránsito hacia la formalidad de actividades económicas sobre las que no se tienen registro. Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunas de estas herramientas pueden generar incentivos perversos.

Una alternativa a estos diseños es otorgar beneficios con duración limitada. En Colombia y en México, por ejemplo, existen regímenes que dan exenciones sobre una proporción del pago de los impuestos para pymes pero que vencen al cabo de unos años. 
Adicionalmente, existe la posibilidad de reducir otros costos que no desincentivan el crecimiento ni disminuyen el recaudo, como facilitar los requisitos para registrar un negocio, facilitar créditos y asistencia.

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