Opinión

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La lección de Roboré

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19 de noviembre de 2018, 6:58 AM
19 de noviembre de 2018, 6:58 AM

El gobierno del MAS tiene un estilo muy peculiar de regalar tierras a sus seguidores, que ahora ha creado un conflicto con Roboré.

El método masista no se parece al que utilizó el presidente de EEUU James Harrison en 1889, cuando organizó una ‘carrera por la tierra’ en Oklahoma para la toma de las tierras ‘no asignadas’, espectáculo sobre el cual se han hecho varias películas.

El gobierno de Evo Morales no disparó un cañonazo para que corran los jinetes y las carretas de los aspirantes a colonos, como había hecho Harrison; lo que hizo fue ordenar a sus huestes invadir tierras que no debían ser asignadas, porque eran parques nacionales.

Lo del gobierno de Morales fue un cañonazo silencioso, solapado, ladino, taimado, como es su estilo en todo.

Los ‘interculturales’, como se llaman ahora los ‘colonizadores’, que abren el paso a los cocaleros, se lanzaron a una carrera como la de Oklahoma, pero disimulada. Las tierras no estaban marcadas, como había hecho el gobierno de Harrison; estaban distribuidas según las federaciones de cocaleros.

Eso ha pasado en Mapiri, en Amboró, Carrasco, el Tipnis y ahora en el valle de Tucabaca.

La protesta de los ciudadanos de Roboré en defensa de Tucabaca ha sorprendido al gobierno, que hasta ahora no atina a atribuirla a la derecha ni al imperio. Es como si hubiera perdido el libreto.

La denuncia dice que el propio INRA ha organizado esta carrera por la tierra en Tucabaca, con el mismo método que utilizó en otros parques nacionales.

Pero los pobladores de Roboré no aceptan que esas tierras se conviertan en cocales del masismo, y han bloqueado la carretera que va a Brasil con más fuerza, y sobre todo con más dignidad, con que el ahora presidente Morales bloqueaba en el Chapare para quebrar la economía legal.

Esta es una lección para todos los bolivianos. La defensa del Tipnis es un antecedente muy bueno, incluso si el gobierno, de manera solapada y ladina, sigue construyendo una carretera que fue desautorizada por la opinión pública nacional. La defensa de Tariquía, en Tarija, también es un antecedente.

Quizá el país esté todavía a tiempo para salvar los parques nacionales invadidos por los cocaleros. Y el próximo gobierno tendría que proponerse acabar con los otros Chapares que han surgido con el auspicio del cocalero mayor.

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