3 de julio de 2019, 4:00 AM
3 de julio de 2019, 4:00 AM

Soplan vientos de cambio en el ecosistema de emprendimiento e innovación de nuestro país. Los protagonistas son los emprendedores que están desafiando el statu quo; son cada vez más arriesgados y valientes, no tienen miedo de innovar. Las grandes empresas están mirando con admiración a las startups en diversos rubros, desde servicios de software empresarial, market place, servicios financieros, legales, salud, turismo.

Sin embargo, la consolidación y madurez del ecosistema boliviano depende de superar grandes retos que involucran una apuesta decidida del sector privado, público y académico. Uno de los más importantes es la conexión de estos actores y la focalización de estrategias que apunten en el mismo sentido. Hoy más que nunca la sinergia juega un rol fundamental, definida como la acción de dos o más causas que generan un efecto superior al que se conseguiría con la suma de los efectos individuales. Definitivamente todos tienen que asimilar que estamos en la era en que lo que cuenta es más colaborar que competir por protagonismos; el bien mayor es el desarrollo del ecosistema, pasar de un tejido empresarial conservador a otro más dinámico, de la segunda revolución industrial a la revolución 4.0.

El segundo reto de la era startup, tiene que ver con el incremento de la oferta de habilidades tecnológicas y empresariales, y el desarrollo de habilidades blandas (pensamiento crítico, técnicas de resolución de conflictos, inteligencia emocional, comunicación interpersonal, mente abierta, creatividad e innovación). La educación para el emprendimiento y la innovación son cada vez más indispensables para las startups y determinarán su permanencia en el mercado porque el talento es el principal activo de las startup. Nuevamente el cambio de época viene marcado por el paso de las materias primas a la materia gris.

Finalmente, el despegue del ecosistema de emprendimiento e innovación vendrá de la mano de la posibilidad de brindar a los emprendedores y a las startup financiamiento en las etapas iniciales de sus emprendimientos, así como también por la simplificación y digitalización de los trámites administrativos para su constitución y funcionamiento. El financiamiento para las startup deberá ser disruptivo y novedoso, desde la incorporación de nuevas figuras legales como las plataformas tecnológicas de financiación participativa (crowfunding, crowlending) hasta los inversionistas ángeles que aportarán su experiencia, consejos e ideas.

La llegada de la era startup es irreversible. Implica despedir viejos esquemas y darles la bienvenida a estas empresas. Tenemos mucho que aprender de su velocidad, flexibilidad, cultura colaborativa y desburocratización. El surgimiento y expansión de las stratup serán la clave de este nuevo ciclo y el reto es de todos.

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