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Ideologías R.I.P.

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22 de octubre de 2018, 3:00 AM
22 de octubre de 2018, 3:00 AM

En el mundo, las ideologías dominantes hasta el siglo pasado han sido superadas, dejadas de lado y sustituidas en general por el pragmatismo, por la inmediatez; los pensamientos de tipo político han cedido la palestra a conductas prácticas y ejecutables sin mayores profundizaciones. Prevalece lo económico, la elección se da o por el populismo o por el capitalismo.

Ya no vemos a aquellos pensadores políticos que generaban corrientes ideológicas que conseguían adeptos capaces de sacrificar, en aras de esa ideología, su libertad, su familia y su patrimonio. Hemos sido testigos hasta de inmolaciones personales en la búsqueda de esos objetivos, caso de la masacre en un cuartel de Sucre en 1959, y la masacre de la calle Harrington en 1980, ambas defendiendo ideologías totalmente antagónicas, pero que aspiraban a implantarse en el pensamiento colectivo. Podríamos seguir mencionando muchos casos, tanto de grupos como de personas.

Ahora ya no interesa el pensamiento político, mucho menos la ideología; interesa lo práctico, lo que puedo conseguir, lo que puedo hacer sin importar cuál sea mi orientación política, que ya no la hay y que tampoco interesa.

Ahora estamos asistiendo –no sin ruborizarnos quienes nos hemos criado en ese mundo de las ideologías– a lo que comúnmente se conoce como componendas: sentémonos para conversar y acordar qué me das para que yo te dé lo que quiero darte; qué me pides para que puedas darme lo que yo quiero; no importa que hayas nacido como un grupo guerrillero con la ideología de Mao, si ahora estás conmigo que represento las antípodas de lo que creías.

Tristemente debemos reconocer que estamos en una época en la que la miseria humana empieza a aflorar en su máxima expresión, en la que interesa qué consigo y qué consigues. No importa para que, importa por qué, aquí y ahora.

No es que sea nostálgico de la época de las ideologías, también a nombre de estas se han cometido grandes abusos y crímenes, lo que lastima es ser testigo de esos mecanismos groseramente ordinarios, de querer aparecer como los únicos (y son muchos los únicos) sin que siquiera se mencione el principal y máximo interés que debiera primar en su pensamiento, que es el bienestar de la patria que nos cobija. Por el contrario, ellos andan buscando cómo acomodar sus fichas para conseguir lo que quieren; un día están con unos y al día siguiente con otros y así estamos asistiendo a una retahíla de componendas.

Las ideologías requiescat in pace, empecemos a pensar con el pragmatismo que nos impone la realidad, pero con o sin ideologías, deberíamos tener la vista en el futuro buscando la consolidación de nuestro país para que algún día podamos superar la mediocridad y el subdesarrollo económico y mental que sufrimos.

 

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