Opinión

Holocracia, más líderes y menos jefes en las empresas

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6 de mayo de 2019, 4:05 AM
6 de mayo de 2019, 4:05 AM

Estamos viviendo una época emocionante de la historia porque somos testigos de grandes cambios; pasamos de una era industrial, burocrática y autoritaria a una era digital, liviana y horizontal, en la que se busca empoderar a las personas para que desde el puesto en el que estén contribuyan y sean todas protagonistas del cambio.

En el ecosistema empresarial global se habla de “holocracia”, como una novedosa forma de organización que supone un cambio en el modelo de gestión y funcionamiento tradicional de las empresas. El concepto fue creado por Brian Robertson, fundador de Ternary Software. Una de sus virtudes es que los jefes ya no asumen y responden por todo y por todos, dejan de ser omnipotentes, hay cada vez más líderes y menos jefes; a su vez, cada trabajador asume la responsabilidad y la competencia según su rol asignado y el objetivo común de la organización. El poder que tenían los jefes se distribuye entre cada uno de los empleados.

Si bien la holocracia no es la fórmula perfecta y tampoco resolverá todos los dilemas de una organización, según su autor, permite superar el sistema jerarquizado de autoridad que conduce a una relación entre el jefe y el subordinado casi paterno -filial, en la que el subordinado, pudiendo contar con autonomía de decisión, debe consultar y someter todo a criterio del jefe. Este sistema de jerarquías, que está profundamente enraizada en nuestra cultura organizacional, queda desafiado por la holocracia que plantea una relación diferente, entre adultos que se autogestionan, cada uno de los cuales tiene el poder para dirigir su propia función al servicio del propósito de la organización.

Hace muchos años que se habla y escribe sobre las limitaciones del sistema de organización tradicional, basado en estructuras jerárquicas. Las teorías del liderazgo compartido, liderazgo colectivo, liderazgo lateral, liderazgo participativo abogan porque el proceso de toma de decisiones en las organizaciones no sea siempre de arriba hacia abajo, sino también pueda ser al revés. La holocracia da cabida plena a estas teorías y el desafío para las organizaciones, más que adoptarlas formalmente, será practicarla y convertir a las empresas en verdaderos ecosistemas de innovación.

Empresas como Netflix y Zappo han adoptado esta forma para gestionarse, la misma que parece sintonizar de forma perfecta con las nuevas generaciones y con el desarrollo tecnológico; de hecho, menos reuniones físicas y más reuniones virtuales, menos horarios y más objetivos encajan perfectamente en este modelo de gestión en el que el uso de la tecnología juega un rol primordial. Lo más virtuoso de la holacracia es que empodera a las personas para tomar decisiones significativas en la búsqueda del propósito de su organización, pero también, para muchos, hace parte de su salario emocional, el que no se toca, no se ve, pero se siente.

 

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