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17 de julio de 2018, 4:00 AM
17 de julio de 2018, 4:00 AM

La pregunta de los 90 fue, “¿cuánto de marginalidad podrá soportar la democracia en América Latina?”. Si ponemos en valor los titulares de los medios y el comportamiento de varios colectivos, la pregunta ahora podría ser: “¿cuánto de corrupción y de exclusión podrá soportar la democracia?”. La necesidad de disminuir la ansiedad frente al futuro, generó en ciencias sociales la construcción de escenarios que pudieran identificar el comportamiento previsible de los actores y sus conductas, para adelantarnos inteligentemente a los posibles acontecimientos.

Nuestra preocupación es legítima, cuando comprobamos que al arrancarles la democracia a los gobiernos autoritarios de corte militar, se complicó cuando debemos ejercerla en escenarios abigarrados y complejos, con gobiernos emergidos de las urnas, con división formal de poderes, pero con una lista larga de insatisfacciones y de realidades que no coinciden con los discursos. Violación de derechos humanos individuales y colectivos, sometimiento de los órganos judiciales a las instancias políticas, persecución a comunicadores, judialización de la política, violencia indiscriminada por parte de los aparatos represores, siembra del miedo como mecanismo de acción política…

¿Cómo lograr resultados que nos ayuden a descifrar los posibles caminos, deseables y no, sobre los que puede discurrir nuestra vida colectiva? En este esfuerzo, se ha construido un instrumento que busca dar a conocer los escenarios posibles para la comprensión de públicos sensibles, que alienta la reflexión, el debate democrático y la acción política estratégica, respetando las diferencias en cada país en razón de contextos y realidades distintas.

Estos escenarios buscan despertar la curiosidad y el interés de obtener más información, compartir el material con otros ciudadanos, contribuir a la difusión de ideas y activar la necesidad de repensar el proceso y la democracia.

Un heterogéneo grupo de 37 líderes latinoamericanos unidos por su convicción democrática, trabajamos en la construcción de los escenarios posibles para el periodo 2015-2030. Los escenarios reflejan resultados diferentes considerando las variables de estructuras de poder, integración regional, instituciones democráticas y cultura política, participación ciudadana y desarrollo económico e inclusión social. Han sido denominados por su elemento de mayor relevancia y expresan lo que estamos viviendo en nuestro continente. Hay materia para mantener el optimismo y también para preocuparnos.

Los cuatro escenarios son, democracia en transformación, democracia en tensión, democracia en movilización, democracia en agonía, cuyos contenidos se explican por sí mismos, encontrándose su ampliación en el sitio http://alertademocratica.org/es/. Sin embargo, lo más valioso fue que estos escenarios dejaron en evidencia 5 variables sobre las cuales se asentará la democracia y definirá su calidad: corrupción, vida en ciudades, crimen organizado, redes y jóvenes sin trabajo.

¿Qué oportunidades, riesgos y retos presentan estos escenarios para nosotros como individuos, organizaciones, movimientos, comunidades y país? ¿A cuáles fuerzas, indicadores o señales de alerta en nuestro contexto necesitamos ponerles atención? ¿En cuál de los escenarios está discurriendo nuestra vida política? El problema no es solo nuestro. Está claro.

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