Opinión

El prestigio intacto de la Expocruz

 

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21 de septiembre de 2018, 4:00 AM
21 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Es la feria de exposición más grande e importante de Bolivia, y una de las más reconocidas del hemisferio. Lo destacan así las encuestas científicas aplicadas en la opinión pública nacional y los testimonios de cientos de expositores y visitantes del exterior que participan cada año en ella. Ni los ciclos económicos críticos han trabado su crecimiento. Las actuales señales de desaceleración, menos. Al contrario, la muestra ha sido siempre un disparador de optimismo y un gatillador de millonarios negocios. Ciertamente que tampoco es una burbuja, pero resulta cada año un fuerte estímulo y una revitalizadora inyección de oxígeno para reimpulsar la producción y el intercambio comercial.

La que comienza esta noche es la versión internacional número 43, un dato que ratifica lo robusta que es la Fexpo como institución cogestionada por la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz y por la Cámara Agropecuaria del Oriente. Como ha ocurrido en los últimos tiempos con prácticamente todos los sectores y actividades económicas, la feria también se ha visto desafiada, por la disrupción tecnológica y por los cambios de modelos de negocios, a reinventarse. Se podría decir que las incesantes inversiones que se hacen cada año en las instalaciones del predio son una clara prueba de que sus administradores no se han quedado en una zona de confort. La innovación es la premisa de los conductores de esta nueva etapa de la feria, que en 2018 tiene nuevo gerente general.

Se lo percibe en cada una de las acciones que se han venido tomando en los últimos meses. Por ejemplo, en el ámbito de infraestructura, en la versión que empieza esta noche se estrenará otro frontis y nuevas áreas de convenciones y de cáterin. En promoción y servicios al cliente hay alianzas estratégicas que han derivado en iniciativas como el sorteo de un vehículo 0 kilómetro con cada entrada del visitante, más zonas de descanso, más énfasis en el día de la familia, del estudiante y del empresario, además de un nuevo restaurante gourmet con gastronomía internacional. En tecnología, han habilitado áreas de wifi gratis y se ha digitalizado la venta de boletos. Finalmente, pese a algunas ausencias, hay nuevos expositores y una marcada innovación con estands interactivos. Sobresale la apuesta fuerte de los ingenios sucroalcoholeros y del Gobierno por la temática del etanol, y se podrán disfrutar nuevas áreas para jóvenes.

Nos aprestamos a vivir la gran experiencia de una nueva etapa de la historia de la Expocruz, definida por sus gestores como la de “la innovación”. Más de 2.300 expositores, de 22 países, animarán la mayor vitrina productiva de Bolivia, que reforzará seguramente en 10 jornadas el estatus de la Expocruz como el mayor centro de negocios y de convenciones del país. Santa Cruz instala una vez más en la feria su ADN emprendedor y abierto al mundo globalizado. La Expocruz es ya orgullo de todos los bolivianos.

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