Opinión

El desafío del Comité pro Santa Cruz

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12 de septiembre de 2019, 4:00 AM
12 de septiembre de 2019, 4:00 AM

La Asamblea de la Cruceñidad, realizada el martes en el Comité pro Santa Cruz, tuvo matices que marcan un punto de inflexión y que hacen historia en el devenir de esta institución y de Santa Cruz. Lo que allí se dijo demostró la molestia acumulada de varios sectores de la población; sin duda, fueron más fuertes las intervenciones que las mismas resoluciones y abrieron el surco hacia la realización de un cabildo a los pies del monumento al Cristo que se realizará antes del 10 de octubre.

Hay que destacar que, en esta ocasión, se abrieron las puertas de la institución a quienes quisieran participar, rompiendo así la tradición de que solo formen parte los delegados acreditados. Eso permitió escuchar voces no alineadas que irrumpieron, interrumpieron y se dejaron sentir. En contraste, no faltaron los discursos trasnochados que polarizan entre cambas y collas, olvidando que este departamento es el que más migrantes acoge, además de que Santa Cruz es la región que lidera las reivindicaciones por el 21-F.

Más allá de eso, el salón Melchor Pinto fue testigo del creciente malestar por la entrega de tierras a comunidades que fueron trasladadas por el Gobierno a zonas de la Chiquitania. La gravedad de los incendios forestales fue el tema que dominó el encuentro y hubo el espacio para que se critique a ganaderos y productores (fueron abucheados mientras hacían uso de la palabra) acusándolos de haber cuidado de sus propios intereses, antes que de los intereses del departamento.

La Gobernación también fue cuestionada e incluso hubo estribillos que preguntaban por la primera autoridad del departamento, Rubén Costas, que no estaba presente en el salón, aunque sí participó el secretario general de la Gobernación.

Intervinieron desde un expresidente, pasando por dirigentes cívicos, hasta bomberos voluntarios, dirigentes indígenas, transportistas y otros oradores, cada uno de los cuales expresaba su propia realidad con relación al desastre de los incendios forestales.

Lo que quedó claro es que había necesidad de expresar el sentimiento colectivo respecto al desastre ambiental que vive Santa Cruz, el mismo que en lugar de atenuarse, se complica por la toxicidad que dejan las quemas en el ambiente, por la dificultad de apagar las llamas y por la escasez de recursos económicos que ya es un problema para los municipios afectados. La reivindicación por el 21-F, que fue el motivo inicial de la convocatoria, pasó a segundo plano, debido a la emergencia y las pérdidas.

Lo ocurrido el martes puede marcar el inicio de la revitalización de la esencia del Comité pro Santa Cruz y eso significa un enorme desafío para la actual dirigencia.

En momentos en que analistas consideran que hay un liderazgo dividido en el departamento, la institución cívica puede ser la que reconstruya la unidad regional, aglutinando las reivindicaciones y actuando como contraparte del Estado para la restauración de las áreas afectadas por el fuego, de manera que las acciones respondan efectivamente a lo que es necesario y lo que es mejor para la región.

Será fundamental que la dirigencia cívica y las instituciones que integran este ente sepan leer la nueva realidad de Santa Cruz, de manera que sus líneas discursivas sean incluyentes y acojan a los cruceños nacidos y no nacidos en esta tierra. Será la única forma de encarar el futuro con un liderazgo nacional. Asimismo, será fundamental que en esta misión restauradora de la unidad se prioricen los intereses colectivos como bien mayor, antes que los afanes sectoriales y personales de quienes tienen la posibilidad de liderar este nuevo tiempo.

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