Opinión

Dos pinceladas: ciudad “tranca” y carencia policial

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18 de marzo de 2018, 4:02 AM
18 de marzo de 2018, 4:02 AM

¿Ciudad tranca?

Pongo el interrogante por que aún confío en que nuestra querida Santa Cruz de la Sierra llegue a ser una gran metrópoli de la llanura, sin más anillos trabadores  ni molestas rotondas y rebeldes mercados (o ambulantes) que no quieren desplazarse. En fin, sin ninguno de los muchos aspectos limitativos del presente. Deseamos que la ciudad sí tenga controles vehiculares, ejecutados estos rigurosamente mediante cámaras de control y con la consiguiente sanción vía fotomulta, frente a la cual no hay escape ni duda razonable, se debe pagar por la falta cometida. Pero cuesta que se concreten cosas; pareciera que oscuros intereses se mueven acá entre bambalinas y como tétricos gnomos, condicionados para retrasar, diferir o dejar sin efecto, muchos sanos emprendimientos. Si a ello agregamos las actuales discusiones bizantinas por los puentes hacia un municipio vecino y otras áreas periféricas, vemos que la ruta de la capital oriental hacia el  lamentable destino de ser ciudad tranca está ya en su fase avanzada ¡Qué lamentable el llegar a ese extremo!

Presencia policial en Santa Cruz

En esta nota me refiero al motín del lunes 5 de marzo en Palmasola; fue escrita antes de los sangrientos hechos del pasado 14. Al revés que en esa requisa (dónde hubo exceso) en el caso anterior llamó la atención conocer que sólo 60 uniformados custodiaban ese abigarrado penal que alberga 6.000 convictos. La relación guardias-prisioneros establecida por Naciones Unidas y practicada por varios países civilizados oscila entre 4-1 a 10-1; es decir, desde un guardia por cada cuatro reos hasta el mínimo de uno por cada diez prisioneros. Todo dependerá de la mayor o menor peligrosidad de los reclusos que albergue ‘x’ prisión. Sin entrar en detalles sobre las aberraciones de todo tipo existentes en Palmasola -lugar desde donde además  se planifican diversos delitos, a veces en connivencia con policías corruptos- y si resignadamente decidimos que acá debemos conformarnos con el mínimo de un guardia por cada 10 presos, he aquí que para 6.000 encarcelados se precisarían 600 policías, jamás la esmirriada (hasta  insultante y peligrosa) cifra de 60 ¡Verdaderamente estamos mal! Las autoridades locales deben ponerse firmes y exigir la pronta creación de un cuerpo departamental del orden en paralelo con el aumento inmediato de policías para la región. El centralismo -por tener desamparados ante tanta criminalidad a quienes viven en Santa Cruz- está violando sus derechos humanos ¿Dónde está el Defensor del Pueblo?

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