El Deber logo
13 de septiembre de 2019, 4:00 AM
13 de septiembre de 2019, 4:00 AM

Los 2.000 focos de incendio en la Chiquitania son 2.000 focos de alerta en toda Bolivia. Santa Cruz y su agroindustria tiene su génesis en un ambicioso plan de desarrollo agropecuario que incluía la producción a gran escala de bienes que importaba el país y un proceso de asentamientos humanos en el oriente, provenientes del altiplano y valles de Bolivia; concretamente, se planteó que por lo menos 100.000 familias debían llegar a zonas de colonización.

El entorno humano, constituido por empresas agrarias y pequeños productores campesinos, marcharían paralelos a la exploración y producción del petróleo, constituyendo dos grandes polos de desarrollo regional.

El plan Bohan estaba diseñado para Santa Cruz y el chaco boliviano fundamentalmente (Ybarnegaray, 1989).

Con la Revolución del 52 y la Reforma Agraria del 53, el Estado lideró el proceso de reparto de tierra a los campesinos (ex-colonos) y consolidó y repartió grandes propiedades en el oriente boliviano. Simultáneamente se desarrollaba la vía campesina y la empresarial; en el primer caso, con el reparto de la tierra y en el segundo, con fuertes inversiones provenientes de las divisas mineras y la cooperación internacional.

El desarrollo de la agroindustria del oriente empalmó con los postulados de sustitución de importaciones, planteado por la Cepal y con la estrategia de la llamada “revolución verde”, basada en el desmonte y la mano de obra de campesinos del occidente, vía contratistas y sin derecho laboral.

La política para el pequeño productor campesino se ve ampliada con el programa de asentamientos humanos, a partir de los años 60, cuando se crea el Servicio Nacional de Colonización (SNC), dependiente del Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios (MACA).

Esta institución solo logró controlar un 20% de los asentamientos denominados “dirigidos”; el restante 80% fue de asentamientos espontáneos. Entre 1960 y 1990 se estima que en las áreas de colonización, lograron consolidar su asentamiento alrededor de 100.000 familias (Paz, 2010).

La marcha hacia el oriente (Plan Bohan/ 50-60) y la Revolución verde, asentaron el desarrollo agroindustrial y petrolero del oriente y chaco en la misma lógica extractivista de lo que acababa de morir en occidente. Sin considerar la sostenibilidad se ha llevado nuestros ríos, bosques, humedales, lagos, parques, reservas y lo peor es que nunca se han hecho las cuentas ambientales para conocer las cuantiosas pérdidas. Los pasivos, ambientales son gigantescos y no hay un solo programa de gobierno que plantee soluciones estructurales.

Tags