Opinión

Compras chinas obligadas

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9 de abril de 2018, 5:59 AM
9 de abril de 2018, 5:59 AM

El año pasado, Bolivia compró productos chinos por $us 2.430 millones y vendió a ese país algunos productos por $us 400 millones, dijo el embajador Liang Yu.

Pues ahora, con la compra del segundo satélite artificial chino, del que se sabe ya el nombre, Bartolina Sisa, la balanza comercial bilateral comenzará con una gran desventaja para Bolivia.

Es que Bolivia necesita llenar su canasta de compras chinas este año, por los $us 7.000 millones del crédito que está corriendo y que llevará la deuda externa por encima de los $us 20.000 millones.

Desde 1991, la economía china ha crecido mucho. Ese año representaba un 6% de la economía de EEUU y ahora representa el 60%. Es que tiene muy buenos compradores de sus productos, además de promotores que viajan por el mundo. Y algunos se quedan en los países donde llegan.

En Bolivia hay ahora cerca de 100.000 chinos, que llegaron con mucha prisa. Se sospecha que atraídos por la posibilidad de que la Nueva Santa Cruz cobije a ellos y a otros más, pues el proyecto, que ahora está algo paralizado, fue concebido para una ciudad de 16 millones de habitantes.

Lo cierto es que los chinos están fabricando ahora un nuevo satélite para Bolivia. El que opera desde hace cuatro años no ha recuperado la inversión, de $us 300 millones, ni mucho menos. Se calcula que en sus 15 años de existencia logre ingresos insignificantes.

Es que el Gobierno dice que se trata de inversiones no pensadas para el lucro. No se vaya a pensar que sus empresas deficitarias, casi todas ellas, lo son por la ineptitud de los funcionarios: no, han sido diseñadas para tener déficit. La oficina de Correos (llevamos cinco semanas de ser el único país del mundo sin correo) no funciona. Si no pudieron hace funcionar Quipus, el predecesor aborigen del correo, peor será con el ‘post office’. Internet había sentenciado a muerte a todos los correos del mundo pero luego, a los tres años, los resucitó, con aquello de que no hay otra forma de que le llegue a la gente los paquetes comprados en la red. Pero en Bolivia eso no se ha analizado todavía. El nuevo satélite tampoco servirá para medir los cocales ilegales, igual que el primero. Túpac Katari y Bartolina Sisa serán una parejita girando alrededor del mundo sin nada qué hacer.

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