Opinión

Colorín colorado

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3 de diciembre de 2018, 4:00 AM
3 de diciembre de 2018, 4:00 AM

El miércoles me quedé con mis nietos a cuidarlos por la noche, ya que sus padres se fueron al cine aprovechando el 2 x 1. Tuve que desconectar el medidor de luz para que no vean la tele, meter sus celulares dentro los calcetines de sus padres y hacer un referéndum para ver qué cuento era de su preferencia.

La hicieron bolsa a Blanca Nieves, Caperucita les pareció una opería porque no existe un lobo que se trague una abuela y no se muera envenenado. Pinocho es una mentira y la Cenicienta es propaganda de la izquierda para imponer los movimientos sociales que culminan en Cenicienta calzando zapatillas de la oligarquía. ¡Nadie se pondría un zapato de vidrio, ni siquiera a cambio de ser una reina!, dijeron.

Querían escuchar cuentos donde jueces libraran a ciudadanos honorables y luego los vuelven a la cárcel, como delincuentes. Tuve que improvisar un cuento que resultó más o menos así.

“Dizque en un país llamado Bulimia, gobernaba un tipo de pocas pulgas que dijo que iba a gobernar por toda la vida, porque simplemente le daba la gana, ya que era su derecho, aunque él era de izquierda.

Los aldeanos se reunieron y al unísono dijeron ¡No hay tu tía! Y se unieron para hacerse respetar pero ¿quién iba a hacer frente al monstruito subdesarrollado? Entonces reunieron a todos sus líderes para que hagan un frente que le corte el paso.

Aparecieron varios. Viejos conocidos y jóvenes por conocer. Gente que hablo de amar a su país y que sin pensar en sí mismos, iban a lograr la unidad bajo la tesis; “unidos venceremos, separados periclitaremos”.

A la hora de la verdad, en vez de unirse, aparecieron grupos, grupitos y grupotes que corrieron a inscribirse para el torneo donde se iba a definir el futuro de Bulimia. Aparecieron tantos que la unidad se convirtió en un mosaico cuadriculado que asfaltaba el camino para que el ambicioso gobernante siga en el poder, hasta más no poder. De su alta torre, se escuchó una gran carcajada. ¡Jajaja! Les voy a dar una paliza a todos y un rodillazo a nivel de testicular, así sean mujeres!”, dijo el chico malo.

Todos quedaron dormidos y yo repetí sin que me oyeran… y colorín colorado, este bollo se ha enredado.

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