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26 de noviembre de 2017, 6:15 AM
26 de noviembre de 2017, 6:15 AM

En la recta final para la renovación de las principales autoridades judiciales en el país, permanece inmutable el convencimiento ciudadano de que los resultados de la consulta, tal como sucedió en octubre de 2011, no resolverán los problemas de fondo, como el de la intromisión del poder político, que, desde sus orígenes, le ha impedido funcionar libre de esa influencia perniciosa y fortalecerse institucionalmente. Jorge Lazarte, ex vocal electoral y politólogo, considera que los comicios del domingo 3 de diciembre “son una respuesta equivocada a un problema real... la reforma en serio debe ser una necesidad de Estado y no de una contingencia de gobierno, para garantizar su realización por largo tiempo”. 

Lazarte, entrevistado por un medio paceño, resalta que en Bolivia hay una tendencia muy marcada en los últimos años al voto plebiscitario, “al estilo del siglo XIX en Francia, en votar a favor o en contra de los que están en el poder”. En su libro de publicación reciente bajo el título La caja de Pandora de la Justicia: El “experimento” del voto universal para elegir magistrados, Lazarte plantea que un cambio como el que demanda la justicia en Bolivia requiere de un gran pacto nacional.

En tanto, Pantaleón Dalence (1815-1892), considerado el Padre de la Justicia Boliviana, debe estar revolcándose en su tumba por los resultados de un estudio internacional que  colocan a su ‘primogénita’ entre las peores de Latinoamérica y, a escala global, en el puesto 104 de 113. La mayor contribución del jurista orureño al derecho boliviano fue haber delimitado las atribuciones de los tres poderes del Estado. Frente al actual embrollo judicial y la persistencia en el error para resolverlo, Dalence tal vez haya exclamado: “Es la independencia de poderes, estúpido”...

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