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21 de mayo de 2019, 4:00 AM
21 de mayo de 2019, 4:00 AM

Fue la canción de los Premios Platino inspirada, indudablemente, por el gran éxito de la serie La casa de papel. La tonada fue creada en los años 40 en Italia, donde la guerrilla comunista resistía a los fascistas y al nazismo. “Soy partisano y partisano he de morir”. Bueno, para la oposición la semana pasada fue la peor desde el 2014, cuando Evo Morales arrasó en las elecciones y quizá haya llegado el momento de cantar Chau Bella. Primero, Luis Almagro terminó con sus esperanzas de que la intervención internacional inhabilitara a Evo Morales.

Sabedores de que perderán en la cancha, los opositores tenían la esperanza de ganar en la mesa, o por lo menos comenzar a debilitar al MAS desde afuera. Luego vino la apoteósica concentración del oficialismo que, guste o no, ha demostrado ser el partido más grande de la historia de Bolivia. Y finalmente, la encuesta más reciente muestra una real separación entre Evo Morales y Carlos Mesa. Una brecha de quince puntos que, todo parece indicar, con las semanas se profundizará. Y todo esto complica el panorama opositor. Primero porque no conseguirá fuertes donaciones o auspiciadores. La mayor parte de los empresarios están muy cómodos con el MAS y los que no lo están, donarán dinero sabiendo que Mesa y Ortiz tienen las de perder. Y sin dinero, o sin militantes que estén dispuestos a poner fondos, no se puede hacer mucho. Segundo, porque no habiendo alguien cercano a los votos oficialistas, desaparece la consigna del “mal menor”.

¿Para qué si igual no tiene posibilidades? De manera que la población opositora dividirá su voto. Tercero, porque de seguir la tendencia, una segunda vuelta sería imposible. Vistas así las cosas, a las derechas solo les queda la posibilidad de jugarse por buenas bancadas. Y para eso deben llevar candidatos probados en la militancia. Un ‘outsider’ popular, un periodista, por ejemplo, trae votos, pero no la certeza que luego no se pase al MAS o que sea funcional al partido de Gobierno.

Para los verdes salir terceros en Santa Cruz sería algo así como el beso de la muerte porque comprometería la candidatura a alcalde o gobernador. Por eso ya se habla de que llevarían a Costas como primer senador para que él haga una campaña que, salta a la vista, no puede liderar el poco carismático Óscar Ortiz. Según la encuesta de La Razón, Evo gana en todos los departamentos menos en Tarija y Potosí. Eso asegura mayoría en Cámara Alta y no ayuda a Mesa en la construcción de poder regional porque en ambos departamentos el voto es casi prestado. Un apunte más. Por como se mueve la cosa, el MAS podría ganar las alcaldías de El Alto, La Paz y Cochabamba, apostando a que en SantaCruz gane Percy o Angélica Sosa. Ya ven: “Chau, bella chau, bella chau chau chau…”

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