Opinión

Bando de Carnaval

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25 de febrero de 2019, 6:00 AM
25 de febrero de 2019, 6:00 AM

La última adenda del contrato para la venta de gas a Argentina es tan confusa que se parece a un bando de carnaval, de los antiguos, lleno de chistes. Bolivia gana 500 millones de dólares, dice un lado, y Argentina ahorra 480 millones de dólares, dice el otro lado. A esto, el gobierno llama un “win-win”, es decir que ambas partes ganan, pero el exministro Mauricio Medinaceli no cree en esas frases inventadas por los derrotados: “si alguien gana, alguien pierde”, dice.

El ministro boliviano del ramo dice que con esa adenda Bolivia podrá exportar gas natural licuado desde puertos argentinos, en sociedad con Argentina. Pero hay una dificultad: Argentina está desmantelando sus unidades de licuado y regasificación en Bahía Blanca y Escobar. Además, la oficina de comunicaciones del ministerio boliviano dice que la adenda fue resultado de una presión de Argentina, y que ahora Bolivia produce menos gas.

Argentina, dice esa oficina, fue reduciendo sus pedidos de gas (nominaciones) hasta que Bolivia tuvo que aceptar firmar este nuevo acuerdo por el que los volúmenes son menores. No usa la palabra chantaje, pero queda cerca.

El experto Carlos Miranda dice que con esta adenda quedan enterrados los proyectos petroquímicos, porque sencillamente la planta de separación de Yacuiba no producirá líquidos.

De todos modos, el ministro del ramo dice que están programados $us 2.200 millones para invertir en la planta de polipropileno de Yacuiba, una planta que tendría que usar el propano que produzca la planta separadora que ahora se quedó sin gas… y sin propano.

Bajará la producción de gasolina, diésel y GLP, lo que hará aumentar las importaciones, que el año pasado pasaron a $us 1.200 millones.

Mientras el gobierno festeja, las regiones lloran. Dice la Gobernación de Santa Cruz que los ingresos por IDH serán menores en 40% en invierno y en 20% en verano. La Gobernación de Tarija informa que recibirá 600 millones de dólares menos como resultado de esta adenda. El problema es que cuando haya pasado el carnaval, el gobierno deberá seguir manteniendo estas mentiras, porque está en campaña. Salvo que, como lo espera la mayoría de los bolivianos, el presidente – Evo Morales- desista de ser candidato. Esa sí que sería una gran noticia

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