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3 de marzo de 2019, 4:00 AM
3 de marzo de 2019, 4:00 AM

Pasaron las jornadas que rememoraron los tres años del referéndum del 21-F, y los nueve binomios participantes están con la mira puesta en conformar y fortalecer sus estructuras partidarias; los más avanzados están viendo nombres de posibles aspirantes al Legislativo y otros están recorriendo diversos puntos del país. Entre tanto, se espera la fecha oficial de las elecciones.

Como en todo evento electoral, algunos arrancarán con ventaja al tener buena organización interna, y también estarán los que improvisarán. Unos pelearán por la Presidencia, otros por tener una fuerte bancada parlamentaria, y el resto por superar la barrera del 3% de la votación. Sin embargo, y antes de que se conozca el calendario electoral, el reglamento de alianzas, de candidaturas y otros, debe reconocerse que el oficialismo parte con ventaja en muchos aspectos, entre ellos por las disposiciones constitucionales.

El art. 238 (numeral 3) de la CPE establece que cualquier persona que se encuentre ocupando un cargo público (sea electivo, designado o de libre nombramiento), debe renunciar, como mínimo, tres meses antes del día de la elección, con excepción del presidente y del vicepresidente, que se mantendrán en sus puestos durante el proselitismo. Esto significa que, a nivel de los binomios, los senadores Oscar Ortiz y Edwin Rodríguez (Bolivia dice No) y el Gobernador Félix Patzi (MTS) tendrán que renunciar irrevocablemente a sus funciones, al igual que todo aquel que se encuentre en función pública y que aspire al Senado, a la Cámara Baja o a supraestatal.

El numeral 5 del mismo artículo constitucional obliga a que los ministros de cualquier culto religioso renuncien, como mínimo, tres meses antes del día de la elección (es decir, sacerdotes, pastores, etc.), por lo que UCS (con Humberto Peinado como vicepresidenciable), cuya base es el sector evangélico-cristiano, tendrá que tomar en cuenta este aspecto. Asimismo, la CPE, en su art. 166, par. I establece tres modalidades para elegir al presidente y vicepresidente: Que haya obtenido el 50% más uno de los votos válidos (como sucedió en 2009 y 2014), que triunfe en segunda vuelta (en la que participan los dos más votados de las elecciones generales), u obtener un mínimo del 40% de los votos válidos, con al menos un 10% sobre el segundo.

El MAS-IPSP posee un voto duro y, en el peor de los casos, podría tener un mínimo del 40% hasta el 49,99% y no enfrentar la segunda vuelta, siempre que el segundo esté, como mínimo, a 10% de distancia. Este artículo es parecido al modelo argentino que permitió a Cristina Fernández ganar la Presidencia (2007) en primera vuelta, con el 45.28% mientras que Elisa Carrió fue segunda con 23.05%. Cristina Fernández venció a 13 rivales; Evo Morales enfrenta a ocho binomios.

 

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