Opinión

Argentina, gas y drogas

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27 de agosto de 2018, 5:00 AM
27 de agosto de 2018, 5:00 AM

Las principales exportaciones de Bolivia hacia Argentina, gas y droga, o droga y gas, han generado un clima de tensión entre los dos países. Se ha dejado de hablar de los volúmenes de gas que Argentina esperaba recibir en este invierno, porque ha quedado claro, para cualquier buen entendedor, que Bolivia no cuenta con los volúmenes suficientes. Pero el tema de la droga ha ganado la atención porque Argentina ya no quiere recibir tanta desde Bolivia cuando, casualmente, la producción ha crecido en por lo menos 17%, según las informaciones del gobierno sobre los cultivos de la hoja.

Los volúmenes de gas no han subido hasta los 21 millones m3/d que había solicitado Argentina a pesar de que el precio subió de 5,96 a 6,49 dólares por millón de BTU respecto del anterior trimestre. Es que Bolivia apenas puede enviar 17 millones, lo que supone la aplicación de multas, porque debería enviar al menos 20 millones.

Para el caso de la droga, los cálculos de expertos, como Ernesto Justiniano, ocurre que la producción ha crecido no solamente porque aumentaron en 17% los cultivos, sino además porque las nuevas técnicas desarrolladas en el país permiten producir más droga de menores cantidades de hoja. Antes se necesitaban 370 kilos de coca para producir 1 kilo de droga pero ahora solo se necesitan 250 kilos.

Para el caso del gas, lo que falla son las inversiones, algo que no ocurre en Argentina, país que, en estos días, se apresta a reanudar sus exportaciones de gas a Chile. El otro rubro, el de la droga, goza en cambio de grandes inversiones privadas en Bolivia, con cultivos que abarcan parques nacionales adonde llegan los cocaleros de Chapare, con la ventaja de que cuentan con carreteras construidas por el propio Estado, en plenos parques y ‘áreas protegidas’, paradójicamente.

Esos mismos parques han sido ofrecidos por el gobierno a las petroleras, pero en este rubro las inversiones dependen de muchos otros factores, como las seguridades jurídicas y sobre todo el precio del petróleo o gas en el país. Y pesa mucho la incertidumbre sobre las reservas, de las cuales el gobierno da informaciones disparatadas, como decir que existen 132 TCF aunque todos sospechen que son apenas 4 TCF.

Pero habría que evitar que el control de la frontera que ha ordenado el gobierno de Macri provoque rabietas del gobierno boliviano. Los argentinos solo quieren evitar el ingreso de la droga en su país porque destruye a la sociedad y pone en riesgo la democracia.

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