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11 de octubre de 2018, 4:00 AM
11 de octubre de 2018, 4:00 AM

Papá ¿por qué lloran los ríos? Me preguntó mi hijo de cuatro años luego de ver la obra teatral presentada en el estand de Saguapac durante la Feria Exposición.

Según BBC, un grupo de científicos alertó de un alarmante incremento en la extinción de especies de animales por culpa de las amenazas a la biodiversidad y a los ecosistemas. “Los cambios de ecosistemas y pérdidas de biodiversidad se han acelerado. Los ritmos de extinción de especies son al menos 100 veces más elevados que antes de la aparición de seres humanos y se espera que sigan en aumento”, aseguró a la agencia EFE Georgina Mace, vicepresidenta del grupo de científicos Diversitas.

“Pero papá ¿cómo puede ser que los ríos lloren?”. En el interior del pabellón un hombre y una mujer dialogaban sobre la ambición de la humanidad, que nos convirtió en tremendos depredadores… ¿qué culpa tiene el río, qué culpa tiene la ciudad…? Los dinosaurios estuvieron 200 millones de años en el mundo y fueron incapaces de dañar la ecología planetaria; sin embargo, nosotros llevamos cinco millones de años en la Tierra, y ya podemos liquidar la vida en el planeta.

La ambición nos convirtió en tremendos depredadores… y lo estamos logrando, ya nos queda poco tiempo, por eso llora el Sena, el Tíber, el Támesis, Yamuna, el Piraí, todos los ríos del mundo, la vida, la naturaleza lloran por nosotros. La humanidad destroza el paraíso y hay ángeles desplumados en el piso.

Empecé a explicarle sobre la contaminación de los ríos, la deforestación de los bosques, el aumento de la basura con sus bolsas de plásticos y botellas que van a parar a los mares y otros problemas medioambientales buscando responder su pregunta.

¿Sabe cuándo la humanidad será verdaderamente grande? Le pregunta la mujer que estaba actuando en el escenario. Cuando renuncie a su ambición de poseer y consumirlo todo, cuando nos demos cuenta que somos lo que el mundo nos da y no que le quitamos. Que cuidar el planeta es cuidarnos a nosotros mismos. Entonces recién seremos grandes. Responde el hombre. Finaliza con un slogan, somos agua, cuidémonos. Los ríos lloran porque los contaminamos, le respondí al oído a mi hijo mientras le agarraba de la mano para seguir el recorrido ferial.

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