Opinión

Alumbrado público, led y eficiencia energética

El Deber logo
2 de febrero de 2018, 4:00 AM
2 de febrero de 2018, 4:00 AM

Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la región está realizando importantes esfuerzos con el fin de alcanzar la universalización del acceso a la electricidad. Se notaron avances en la reducción de la ‘brecha eléctrica’ acortando distancias entre zonas sin electrificar de las que son atendidas.


Adicionalmente al acceso, se avanzó en el cambio de paradigma: no solo es bueno tener electricidad, sino saber utilizarla de forma eficiente. Y eso pasa por educación y políticas públicas agresivas. Es importante, entonces, seguir empujando la eficiencia energética (EE).


Algunos analistas afirman que de mantener América Latina actuales ritmos de incremento se podría alcanzar el objetivo de cobertura eléctrica total fijado para el 2030 por la Iniciativa Sustainable Energy For All y establecido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Pero siempre la apuesta debe ser: electricidad utilizada con eficiencia, paradigma en el que debe involucrarse la sociedad y el Estado en todos sus niveles.
En América Latina, la EE presentó diversos grados de avance, por ejemplo: México consolidó marcos institucionales y regulatorios específicos para EE, en cambio en Bolivia y Venezuela no hubieron avances.


Lo importante es que hay una trilogía inseparable: elaboración de políticas para uso y de fomento al desarrollo de las Energías renovables no convencionales (ERNC), implementación de EE y utilización de sistemas de iluminación pública led y de reducción de uso de electricidad convencional.


Entre los avances para promoción de ERNC hay una docena de países que han creado fondos o mecanismos públicos para financiar proyectos y han elaborado políticas y regulación puntual para las subastas con mecanismos que exigen a oferentes la presentación de garantías financieras de cumplimiento de contrato.


Los principales incentivos fiscales que los gobiernos nacionales, subnacionales y municipales podrían poner en práctica para generar condiciones de proyectos rentables en alumbrado público tendrían que ser incentivos fiscales como exenciones impositivas, depreciación acelerada de activos para mejorar contabilidad de importadores, exenciones con -por ejemplo- cero carga de impuestos a importadores, devoluciones de tasas de importación y contratos de pago preferente a proyectos led de alumbrado público que ahorren consumo de electricidad/facturas.


Esas exenciones e incentivos podrían aplicarse a paneles fotovoltaicos y a todo el equipamiento led, contribuyendo, además, a generar nuevas mentalidades de uso. Adicionalmente, es importante que los municipios, sus instituciones y edificios utilicen 100% paneles solares, iluminación led y programas de ahorro.


El sistema de alumbrado público de varias ciudades de América Latina es antiguo, obsoleto, contaminante, porque consume demasiada energía y despide mucho calor.


Sin duda que la iluminación led generó una revolución en todo el mundo, generando más EE y brindando más luminosidad que las lámparas de fibra de carbón.


Conviene destacar acciones tomadas por autoridades de la ciudad de México –la capital mexicana con más de 20 millones de habitantes- desde la aplicación del Programa de Acción Climática (PACCM) 2014-2020, logró reducir 5.6 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e) de los 6.7 millones establecidos como meta para 2018.


La industria led y el alumbrado público van a seguir creciendo en beneficio de la EE: varias fuentes indican que el mercado total de la iluminación general en América Latina se proyecta para alcanzar $us 6.623 millones en 2020.Se estima que el mercado de las lámparas y balastros eficientes alcance la cifra de $us 3.510 millones a finales de 2018.


La innovación no va detenerse y está empujando nuevas sinergias entre privados-estados-sociedad con LED, EE, IoT y nuevos paradigmas.

Tags