Opinión

Algo hay que hacer por la cultura

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16 de noviembre de 2018, 4:00 AM
16 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Uno de los más antiguos y mejores teatros municipales de Sudamérica está en La Paz. Fue construido en 1843 e inaugurado el 18 de noviembre de 1845 con el estreno del himno nacional. Enclavado en el centro histórico de la hoyada paceña y con aforo para 700 personas, el edificio, a sus 173 años, tiene bien preservada su estructura, que diseñó José Núñez del Prado, el primer boliviano titulado arquitecto. A excepción de Beni y Pando, en Bolivia hay siete teatros ediles. Cuando el mundo artístico recomendó la construcción de teatros pequeños en todas las ciudades del país, el presidente del Estado anunció, hace algún tiempo, la construcción de un ‘escenario enorme’ capaz de albergar un festival internacional ‘igual o mejor’ que el de Viña del Mar, Chile. Como para levantar roncha al otro lado de los Andes...

Santa Cruz de la Sierra, la urbe de mayor tamaño e importancia a escala nacional, dispone de un solo teatro municipal. Es el de la Casa Municipal de Cultura Raúl Otero Reiche, con menos de 300 butacas. Los asistentes, en vez de disfrutar del espectáculo con algo de confort, deben soportar incomodidades como las que, por ejemplo, resultan de los desperfectos del sistema de aire acondicionado, cuyo funcionamiento es indispensable tomando en cuenta las elevadas temperaturas que se registran por esta época del año. Tampoco los artistas cuentan con las comodidades suficientes en sus camerinos y también se impone una renovación de los equipos de luces y sonido.

El teatro de la ‘Casa’ ofrece, además, una imagen de deterioro y descuido con sus butacas y alfombras sucias, y sus muros con partes descascaradas. Es posible constatar que los teatros municipales de otras ciudades del eje troncal están en condiciones muy superiores a las que ofrece el de la capital cruceña, donde las diversas manifestaciones del arte se han incrementado cuantitativa y cualitativamente en los últimos años. En 2019, la ciudad de los anillos volverá a ser sede del Festival Internacional de Teatro pero, por las razones antes expuestas, no cuenta con el escenario apropiado y los pocos disponibles son privados.

Siendo la cultura fundamental para el desarrollo humano de los ciudadanos, se echa en falta un mayor presupuesto que permita, entre otras cosas, la construcción de un teatro municipal. En una sociedad en constante crecimiento como la nuestra, el fomento sostenido de las actividades culturales debe incorporarse entre las prioridades del municipio.

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