Opinión

21-F: La victoria de todos

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17 de junio de 2018, 4:00 AM
17 de junio de 2018, 4:00 AM

Para los que creemos en la Democracia y en el respeto a las leyes, sin duda alguna que el 21-F representa el triunfo de la voluntad de cambio, del deseo y la convicción de que una nueva Bolivia es posible. La decisión de salir del miedo, de decir basta, atravesando obstáculos, como lo hizo David contra Goliat, la campaña del centavo contra el millón, el triunfo de todos. Pretender adjudicar esa victoria a algunos sería pecar de pretenciosos pues se consiguió gracias a la suma de esfuerzos: de las plataformas, de los activistas, de la utilización de redes sociales y de millones de ciudadanos que creyeron y votaron con esperanza.

Esta campaña tuvo la particularidad de no haber sido hecha por partidos políticos. Fue impulsada por plataformas ciudadanas, principalmente. En ese entonces, no fuimos más de 2 o 3 plataformas las que llevamos el mensaje a las calles. Tal vez fuimos pocos porque casi nadie creía que era posible ganar. Cundía el derrotismo y el desánimo, la gente pensaba que nadie hacía nada.
Como curiosidad vale la pena comentar que un año después, cuando se acercaba el primer aniversario de la victoria del 21-F, se convocó a una reunión para organizar el festejo y claro, ahí aparecieron más de 20 plataformas ciudadanas, ahora sí dispuestas a trabajar para organizar la fiesta. No importa, fueron bienvenidas. Hoy por hoy algunos pretenden apropiarse de esa victoria, pero se equivocan porque esa victoria no tiene dueño, es de todos. 

Pero las cosas no ocurren por inercia, consecuentemente para que ese triunfo fuera posible y para que lo podamos comprender en toda su magnitud es importante mencionar el control electoral como una de las piezas claves.

El día más importante en una campaña es el día de la votación y tener un control electoral eficiente es decisivo: puede llegar a definir la victoria o la derrota (impidiendo que se roben la elección mediante el fraude). 

Preocupados por resguardar el voto y socializar nuestro mensaje tocamos puertas semanas previas al referendo y nos recibió el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, que nos invitó a conversar y puso a disposición su militancia nacional, para que nos ayuden a llevar el mensaje de que la ley es igual para todos y que la Constitución no se debe modificar por las pretensiones de unos cuantos. Gracias a esto pudimos llegar a todos los segmentos de la sociedad, a cada rincón del departamento cruceño y a gran parte del territorio nacional. 

Un mes antes de la consulta, se inició la capacitación de cerca de 30 mil delegados electorales en todo el país para que cuiden nuestro voto. Y dos días antes de la elección se habilitó un centro de cómputo electoral para realizar un conteo simultáneo al del Tribunal Supremo Electoral, lo que hizo posible tener datos exactos de la votación en tiempo real. Finalmente, el 21 de febrero del 2016 esos miles de delegados electorales, ya capacitados, asistieron a sus respectivos recintos y mesas de 
votación para así cuidar el voto y evitar el fraude. Las plataformas no teníamos la capacidad de hacer este control electoral, debido a limitaciones humanas y logísticas.

Finalmente, Santa Cruz aportó con más de 1/3 de los votos del No a nivel nacional, prácticamente 7 de cada 10 cruceños dijeron NO y con una diferencia final de poco más de dos puntos: 48,7% del SI contra un  51,3% del NO. Queda clara la importancia del control electoral, más aún en estos tiempos de debilidad de las instituciones que deben dar soporte a nuestra democracia. Cada voto contó, cada veedor imposibilitó que el acarreo y voto inducido sea mayor.

Por eso, cuando nos acordemos del 21F, sumemos en ese logro de todos a la gente que aportó con su energía desde las plataformas ciudadanas, activistas, redes sociales y desde ahora también a esos protectores del voto que evitaron en gran medida que nos roben esa elección o la declaren un empate técnico.  

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