Opinión

100 metros planos del presidente

El Deber logo
19 de septiembre de 2018, 4:00 AM
19 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Un buen modelo profesional en el ramo de la defensa nacional es contar con unas FFAA cuya finalidad es esencialmente formativa y previsora para la defensa nacional. Para cumplir su misión, las FFAA deben mantener en todo momento un alto rendimiento, eficiente alistamiento y alto grado operacional. El presidente del Estado no debería sentirse satisfecho por haber ganado una carrera de 100 metros planos a jefes del Alto Mando militar; por el contrario, debió causarle una enorme preocupación, por tres cosas:

1). Que estando con sobrepeso el alto mando no pudo sobrepasarlo. 2) Que los jefes del Alto Mando deben estar preparados para la guerra. 3) El pueblo no le exige examen físico al presidente y en las FFAA es un requisito. Al respecto, daría la impresión de que el alto mando no estaría en óptimas condiciones físicas o, por el contrario, durante la carrera, no sobrepasaron al presidente por consideración de su investidura; de cualquier forma, se debe tomar en cuenta que la actividad física no es juego recreativo y el uniforme de la patria debe ser respetado por todos quienes lo visten, cada uniforme tiene una ocasión y una finalidad y eso no tomaron en cuenta los jefes militares, quienes debieron solicitar no realizar el ejercicio y, por tanto, contemplar la pulcritud y decoro evitando críticas y reproches contra la institución, tal como lo describe el reglamento de faltas disciplinarias y sus castigos.

Si bien es cierto que al presidente en los partidos siempre le permiten patear simulando grandes dificultades para marcarlo, a la vez un arquero que hace todo lo posible para no atajar sus remates, todo para agradarlo seguramente; el presidente Morales, ¿está rodeado de chupatetillas o los sanciona con arresto si hacen lo contrario como lo hizo con la banda militar que no tocó ‘diana’ por su gol?

El presidente, como muestra de respeto, debe alejar a las FFAA de los temas relativos al orden político y de sus escenas fuera de toda ética, que hasta la fecha siguen desacreditando no solo a las FFAA, sino al mismo Alto Mando militar, sometiéndolos a la humillación con las guirnaldas de coca, el poncho, el lema “¡patria o muerte!”, doctrina antiimperialista y ahora haciéndolos correr con el uniforme de asistencia y sus medallas. El presidente debe demostrar respeto, cordialidad y consideraciones en su condición de Capitán General.

Por su parte, los jefes militares que componen el Alto Mando deben retomar el hábito de comprometerse con los grandes ideales de la patria y de su pueblo, deben recordar que el mal ejemplo tiene consecuencias irreparables que acumulan un sentimiento de indignación en los hombres valientes.

Tags