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15 de abril de 2018, 17:49 PM
15 de abril de 2018, 17:49 PM

Sin Trump y sin Maduro, la Cumbre de las Américas ha dejado como principal compromiso la lucha contra la corrupción, en un momento en el que el caso Lava Jato salpica hasta expresidentes que, como Lula da Silva, terminaron entre rejas. El foco de los gobiernos, según los acuerdos, estará puesto en erradicar los sobornos a funcionarios públicos que, como se ha sabido, fueron millonarios para que poderosos consorcios de la construcción se adjudiquen obras. Se ha prometido aprobar marcos normativos que castiguen severamente la corrupción, que salpicó a los que contrataron y a los contratados. Es culpable el que se deja sobornar como el que soborna. Al margen de los millones que se “lavaron” en el famoso caso originado en Brasil, es vox populi en nuestros países que algunas adjudicaciones se realizan previo pago del llamado “diezmo” (10 por ciento del valor del contrato). También es vox populi que para agilizar un trámite de cualquier tipo es necesario un “pequeño aporte”. Hay, por lo tanto, que aplicar tolerancia cero tanto a la corrupción de alto vuelo o de cuello blanco, como a la que reparte migajas.

Víctor Hugo Cárdenas relató el sábado en el programa Asuntos Pendientes la dramática experiencia personal de discriminación racial que le tocó vivir. Para estudiar se tuvo que cambiar su apellido original que es Choquehuanca y, ni siquiera siendo vicepresidente, pudo recuperar. A ese nivel llegó este sensible problema en Bolivia.

Azkargorta debutó ayer con éxito en EL DEBER Radio. El exentrenador que llevó a Bolivia al Mundial de 1994 tuvo un par de entretenidas entrevistas con Angélica Sosa y Carlos D. Mesa, con el foco puesto sobre todo en el rostro más humano de personas públicas. Un Café con el Bigotón es eso. Amenidad en domingo.

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