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21 de abril de 2018, 4:00 AM
21 de abril de 2018, 4:00 AM
Nunca por encima de la ley.  
No hay discusión de que los gobernantes de turno copan los poderes para actuar a sus anchas y sin control en la mayoría de los países del mundo, salvando algunas excepciones. Sin embargo, tarde o temprano nadie -especialmente los que ostentan cargos públicos, sean de izquierda, del centro o de derecha- tendría que estar por encima de la ley. En Brasil, Lula no pudo eludir la prisión, pese a que apeló a casi todas las instancias posibles, por cargos del escándalo de corrupción de desvío de dinero público y favores personales a cambio de contratos de obras cuando fue presidente. Él y sus seguidores han remarcado que la decisión es un golpe y una persecución política porque aparece como favorito en las encuestas de candidatos presidenciales. En Bolivia, la denuncia de sobreprecio en la adquisición de mochilas escolares en Cochabamba ha desatado una gran campaña mediática de defensa del alcalde José María Leyes. “Quieren encarcelarme para dar un golpe municipal”, ha reiterado en los últimos días junto a sus correligionarios políticos. Lo cierto es que diga lo que diga tiene la obligación de despejar las acusaciones y sospechas. El Poder Judicial es clave para una sana y responsable convivencia democrática, por eso siempre habrá que respetar su independencia.

 

El presidente decide.
 Cada año se instala en el país el debate entre ministros y dirigentes de la Central Obrera Boliviana sobre el porcentaje del incremento salarial. En estos días ya quedaron claras las posiciones, el Gobierno ofrece el 4% y la COB se cierra en un 10%. Todo apunta a que una vez más Evo Morales será el encargado de resolver el tema.

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