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18 de enero de 2018, 4:00 AM
18 de enero de 2018, 4:00 AM
Como era previsible,  surgieron ayer dos versiones enfrentadas sobre el paro de Trinidad. Por un lado, la de la coordinadora que lo calificó de exitoso y con un acatamiento de un 95%. Por otro lado, la de la Gobernación de Beni, que lo minimizó al decir que se trabajó con normalidad y que los que pararon son políticos opositores. Lo cierto es que hubo una fuerte tensión y choques en la capital beniana, donde el Gobierno parece haber perdido el control político casi absoluto que tenía del departamento en los recientes años. En Beni también hay una fuerte reacción ciudadana respecto a un conflicto de alcance nacional. 

 

“No hay que meter más leña al fuego”, pidió la ministra de Salud, Ariana Campero, quien fue cuestionada por su escasa capacidad negociadora y conciliadora en el conflicto médico. Es la misma que calificó de “paro cínico” en Twitter a la movilización cruceña del viernes. Uno espera coherencia entre lo que se pide y lo que se hace, pero en este caso no se la ve. A propósito de palabras que caldean el ambiente, el viceministro Galo Bonifaz calificó de “paro de las comparsas” al que hubo en Santa Cruz y acusó de “estar pagados” a los que convocaron el de Cochabamba. Con ese tono verbal es difícil que el fuego se apague, como lo desea la ministra Campero. 

 

Una vez más la recomendación de dudar de algunas cadenas de mensajes, videos, listas  negras y rumores que circulan por el WhatsApp y por las redes bajo el amparo del anonimato y de las cuentas truchas. Primero cerciórese de la veracidad de lo que usted piensa compartir para no propagar calumnias ni generar pánico por versiones alarmistas. 
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