El arquitecto peruano asegura que ya vivimos el “tiempo de los unicornios”, con empresas que se desarrollan en el mundo virtual. Así habló con EL DEBER.

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18 de febrero de 2018, 8:58 AM
18 de febrero de 2018, 8:58 AM
El arquitecto peruano Eleodoro Ventocilla es el presidente de la empresa DKV GROUP, una consultora especializada en el planeamiento estratégico basado en el diseño y operación de sistema de creación de valor. Acaba de publicar su libro
Tiempo de Unicornios
, una obra en la que señala las claves de la innovación para la integración de las empresas y los Estados en la globalización. Así habló con EL DEBER, días antes de llegar a Santa Cruz, donde brindará un taller internacional entre el 2 y el 6 de marzo.

 ¿Qué condiciones tienen que tener las “empresas unicornio” en el marco de la globalización? 

Antes que nada apostar por la innovación para hacer cosas mejores. Para ello es clave la creatividad, es decir, crear una realidad que antes no estaba allí. Creatividad e innovación van de la mano. Una cosa es lo que las personas pueden hacer, como creativos e innovadores, y otras lo que grupos humanos organizados pueden hacer con estos dos instrumentos. Cuando hacen eso, no solo transforman los países, pueden cambi
ar el mundo.
 ¿Los creativos, en América Latina, enfrentan enormes dificultades burocráticas. ¿Cómo ayudar a quienes quieren innovar y crear otras realidades?

Es fundamental crear los ecosistemas de innovación. Estos ecosistemas requieren políticas de incentivos concretos y de instituciones sólidas, pero también de la aparición de “organizaciones puente” que unan a las empresas y organizaciones productivas con el mundo de las empresas investigadoras. Hay dos acciones habilitadoras. Las políticas y las instituciones, y las empresas que generen este proceso.

 ¿Qué diferencias tienen “unicornios” y “dinosaurios”? 

Los dinosaurios son las empresas que trabajan en el mundo analógico y físico. Son empresas que transforman lo físico. Una organización que transforma minerales en artículos del hogar.
El mundo de los unicornios trabaja en lo intangible y lo digital.
Lo interesante es que hacen esto como precedente del cambio en el mundo físico. Son organizaciones que ya no les interesa tener activos físicos. Una empresa dinosaurio está llena de activos físicos. Tienen plantas, edificios, camiones. Lo contrario es RBNB, el sistema de alquiler de departamentos vía internet. Ellos alquilan inmuebles de los que no son dueños. UBER da servicios de transporte, pero no son dueños de los vehículos. No les interesa el mundo de la posesión física de las cosas. Al estar libres del lastre de lo físico, avanzan en el mundo de lo simbólico, en el mundo de lo intangible y avanzan a una velocidad exponencial.

 Qué tienen que hacer los Estados para engancharse con ese nuevo mundo…

Lo primero que hay que reconocer es que este cambio existe y es irreversible. Porque si no lo reconocen no van a poder hacer nada. En segundo lugar, hay que establecer políticas específicas para facilitar estos procesos. Este nuevo cambio de época, va a traer cambios en el contrato social y las vinculaciones sicológicas de porqué uno trabaja en una empresa. Antes uno entraba en una empresa y esperaba estar allí toda la vida.
Hoy, la gente trabaja “con empresas”, pero no “en empresas”.
Antes las empresas contrataban gerentes para garantizar la creación de riqueza. Hoy esos gerentes van a preferir hacer sus iniciativas propias para generar esa riqueza. 

En tercer lugar, estas transformaciones no van a ser locales o nacionales. El cambio será global, porque la globalización demanda hoy un cambio de mentalidad. El mundo nos llega todos los días de forma directa a través del celular. Nadie podrá abstraerse de un cambio que ya está aquí. Entonces la pregunta es qué rol vamos a jugar allí.
¿Vamos a ser víctimas? ¿Vamos a ser simples observadores? o, ¿vamos a ser protagonistas?
Si decidimos ser protagonistas, tenemos dos caminos. Ser pioneros o ser colonos. Los colonos son los que aplican lo que los pioneros descubren. Esa es una decisión que van a responder por nosotros los jóvenes que vienen. 

 En este proceso, parece clave la educación...

Es clave, pero una educación distinta. Ya no será una educación de acumulación de conocimiento, porque ahora el conocimiento está en los artefactos. Sino que es una formación de desarrollo de criterio para usar el conocimiento que está en los artefactos y saber cómo aplicarlo a la realidad.
Ese tipo de educación todavía está en desarrollo en nuestros países.