Gina Haspel dirigió la célula de interrogatorios de la agencia en Tailandia después de los ataques del 11 de septiembre

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7 de mayo de 2018, 8:54 AM
7 de mayo de 2018, 8:54 AM

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió el lunes a su polémica elegida para encabezar la CIA, luego de informes de que ella podría retirar su nominación para evitar una interpelación por parte del Senado sobre su participación pasada en torturas.

Gina Haspel -quien tiene una larga carrera en el servicio clandestino de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), donde actualmente se desempeña como subdirectora- dirigió la célula de interrogatorios de la agencia en Tailandia después de los ataques del 11 de septiembre.

El miércoles puede enfrentar una dura audiencia de confirmación, después de que varios legisladores -incluido el senador republicano John McCain, quien fue torturado como prisionero de guerra en Vietnam- expresaron reservas sobre su participación en la tortura de detenidos.

"Mi muy respetada nominada para ser directora de la CIA, Gina Haspel, ha sido criticada porque fue demasiado dura con los terroristas", tuiteó Trump el lunes temprano.   "Piensen en eso, en estos tiempos tan peligrosos, tenemos a la persona más calificada, una mujer, a la que los demócratas quieren FUERA porque es demasiado dura con el terror. ¡Gana Gina!", agregó.

 Citando a altos funcionarios, The Washington Post publicó el domingo que la propia Haspel dijo que retiraría su nominación ante la perspectiva de una dura audiencia en el Senado que podría dañar su reputación y la de la agencia.

 Pero Trump decidió presionarla para que siga nominada, según el periódico.

 Haspel, de 61 años, es ampliamente respetada en la comunidad de inteligencia como una agente de campo disciplinada que asumió posiciones difíciles y trabajos desagradables. Después de convertirse en subdirectora de la CIA hace un año, Trump la nominó para el puesto más importante de la agencia en reemplazo de Mike Pompeo, recientemente confirmado como secretario de Estado.  

Según numerosos informes, los sospechosos de Al Qaida Abu Zubaydah y Abd al-Rahim al-Nashiri fueron brutalmente interrogados, golpeados contra las paredes y sometidos a varios "submarinos" en 2002 en Tailandia. Se dijo que Haspel participó en la destrucción de cintas de video de la CIA que registran los interrogatorios.