La cifra de las personas muertas el domingo subió a 290, entre ellos 31 extranjeros, mientras que los heridos suman 500. Estados Unidos asegura que continuará con su lucha contra el terrorismo radical

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23 de abril de 2019, 4:00 AM
23 de abril de 2019, 4:00 AM

Sri Lanka buscaba ayer a los responsables de la ola de atentados suicidas que causaron 290 muertos y 500 heridos la víspera, un baño de sangre atribuido a un movimiento islamista local y cuya investigación intenta determinar posibles conexiones internacionales.

Aunque los ataques aún no han sido reivindicados, la presidencia decretó el estado de emergencia a partir del lunes en aras de la “seguridad pública”.

El domingo una serie de atentados con bomba coordinados sembraron el horror en hoteles e iglesias que oficiaban misa en varios lugares de la isla, que no había conocido tanta violencia desde el fin de la guerra civil hace diez años.

Al menos 31 extranjeros, entre ellos indios, portugueses, turcos, británicos, australianos, japoneses, estadounidenses, daneses y un francés, figuran entre los muertos. Otros 14 siguen desaparecidos y podrían estar entre las víctimas no identificadas en la morgue.

Entre los daneses, se encuentran tres de los cuatro hijos del multimillonario danés Anders Holch Povlsen, dueño del grupo de moda Bestseller y principal accionista de la marca de venta en internet ASOS.

El portavoz del gobierno de Sri Lanka, que apuntó a la autoría del grupo islamista local National Thowheet Jama’ath (NTJ), no entendía “cómo una pequeña organización en este país puede hacer todo eso”.

“Estamos investigando una posible ayuda extranjera y sus otros vínculos, cómo forman kamikazes, cómo han producido estas bombas”, agregó.

La incriminación del NTJ supone un ascenso fulgurante de este grupo extremista poco conocido, cuya principal hazaña hasta ahora era atacar estatuas búdistas.

La policía recibió hace 10 días información de que el grupo planeaba ataques contra iglesias y la embajada de India en Colombo.

“Los servicios de inteligencia señalaron que hay grupos terroristas internacionales detrás de los terroristas locales”, afirmó el presidente Maithripala Sirisena durante un encuentro con diplomáticos extranjeros, y pidió ayuda internacional.

Las dos principales organizaciones yihadistas internacionales, Al Qaida y el grupo Estado Islámico (EI), intentan desde hace años reclutar en las comunidades musulmanes del subcontinente indio, usando las persecuciones de las que dicen son víctimas los musulmanes de la región.

Salir cuanto antes

En el Aeropuerto Internacional de Colombo, viajeros nerviosos y agotados hacían cola, mientras los soldados fuertemente armados vigilaban la entrada principal y varios accesos. El objetivo de los turistas es salir lo más rápido posible de Sri Lanka.

Martin Ewest, un profesor alemán de 44 años, llegó a la isla hace unos días para pasar unas vacaciones relajadas con su esposa y su hija de 12 años. Desde los ataques, “queremos irnos lo antes posible”, dijo.

Lamentó que la embajada no ofrece ayuda, la aerolínea dice que no puede hacer nada y el hotel tampoco ayuda. “Es una situación difícil, somos objetivos fáciles, hasta que podamos irnos la próxima semana”.

Un paquistaní de 33 años había llegado con la idea de viajar por el país. “Ahora tenemos miedo. Solo queremos irnos, estas son unas vacaciones arruinadas”, indicó.