Los mandatarios de Rusia y Corea del Norte se encontraron, por primera vez, en el Extremo Oriente ruso. Líder norcoreano busca aliados para negociar luego con EEUU

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25 de abril de 2019, 4:00 AM
25 de abril de 2019, 4:00 AM

El líder norcoreano, Kim Jong-un, se reunió este jueves por primera vez con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Vladivostok, en el Extremo Oriente ruso, donde espera encontrar un aliado en las negociaciones sobre la desnuclearización de la península coreana.

“Espero que esta visita sea exitosa y útil, y espero que durante las conversaciones con el presidente Vladimir Putin, pueda abordar los temas relacionados con la solución de los problemas de la península coreana y el desarrollo de nuestras relaciones”, dijo Kim antes de su encuentro, en la localidad de Jasán.

Aparte de los elogios hacia Rusia, país que su padre, Kim Jong-Il, “amaba” y que visitó en tres ocasiones (2001, 2002 y 2011), fue lo único que el líder norcoreano dijo acerca del encuentro con Putin en la Universidad Federal del Lejano Oriente, en la isla Russki.

Kim fue recibido con honores militares en la estación de Vladivostok, en la primera visita del líder norcoreano a Rusia desde que llegó al poder, en 2011.

Putin ha tenido que esperar cuatro años para reunirse con él y solo cuando lo invitó de nuevo formalmente en mayo de 2018, el líder norcoreano accedió.

Actor global

Para Putin, la visita, que se produce dos meses después de la fallida cita en Hanói entre Kim y el presidente de EEUU, Donald Trump, es una manera de demostrar que Moscú sigue siendo un actor relevante y que preserva cierta influencia en la península.

El presidente ruso se ha esforzado por reparar los lazos con Corea del Norte, que se quedaron dañados bajo el liderazgo del último presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, y el primer presidente de Rusia, Boris Yeltsin. Estos se inclinaron más por Corea del Sur y por sancionar a Pyongyang por su programa nuclear.

Rusia, que formó parte de las conversaciones a seis bandas para el proceso de desnuclearización de Corea del Norte (las dos Coreas, EEUU, Rusia, Japón y China) que duraron de 2003 a 2009, se ha ofrecido en varias ocasiones como mediador entre Seúl y Pyongyang.

Para Kim la visita tiene -por ahora- un valor simbólico importante, porque su reunión con Putin le sirve para demostrar a Trump que tiene otros interlocutores además del inquilino de la Casa Blanca.