Estados Unidos anunciará hoy más sanciones contra el régimen de Bashar Al Asad. Crece la ira entre los musulmanes por los bombardeos aliados contra Damasco

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16 de abril de 2018, 6:27 AM
16 de abril de 2018, 6:27 AM

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró ayer que el bombardeo en la madrugada del sábado sobre supuestas instalaciones químicas en Siria no supone una declaración de guerra al régimen de Bashar al Asad, sino una defensa del derecho internacional y de las resoluciones de la ONU.

La ofensiva es "intervenir de forma legítima en el marco multilateral" y no una declaración de guerra a Siria, insistió Macron en una entrevista en el canal "BFMTV", en la que diferenció los bombardeos conjuntos con Estados Unidos y el Reino Unido contra Siria de las campañas bélicas en Libia o Irak.

"Tuvimos éxito: todos los misiles lanzados alcanzaron sus objetivos, las capacidades químicas del régimen sirio han sido destruidas y no hubo ninguna víctima colateral", dijo Macron. 

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Mientras tanto, Miles de iraquíes manifestaron ayer en varias ciudades de Irak contra los ataques occidentales en Siria, convocados por el líder chiita Moqtada Sadr, y algunos quemaron banderas estadounidenses.

"Cesen de destruir Siria como destruyeron a nuestro país", gritó la muchedumbre reunida en la plaza Tahrir, en el centro de Bagdad, quince años después de la invasión de Irak encabezada por Estados Unidos y la caída consecutiva del régimen de Saddam Hussein.

Banderas estadounidenses e israelíes fueron quemadas en Basora y se desplegaron retratos del presidente estadounidense Donald Trump tachados con una gran cruz roja.

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